viernes, 29 de junio de 2018

OTRA VISITA A ESOPO

Por Isaías Ferreira Medina

Según la leyenda, Esopo fue un esclavo que vivió en la isla griega de Samos. Siendo mudo, este recibió milagrosamente el poder de hablar, solo para después de haber alcanzado su libertad, irónicamente morir a mano de los ciudadanos de Delphi por haber insultado su oráculo. En otras palabras, víctima de su propia lengua.

Se dice que Esopo nació alrededor de 620 antes de la Era Cristiana (AEC) y murió alrededor de 560 AEC. El trabajo conocido como las Fábulas de Esopo fue compilado alrededor del 4 AEC y publicado por primera vez aproximadamente en 1475, en París.

Aunque atribuidas al antiguo esclavo griego, es muy probable que las Fábulas de Esopo sean en verdad una compilación de trabajos provenientes de una variedad de fuentes.

Sea cual sea su origen, lo que sí es innegable es que las fábulas han quedado por siempre incrustadas en la sique occidental. ¿Quién no está familiarizado, por ejemplo, con la historia de La liebre y la tortuga, donde una liebre perezosa, a pesar de su velocidad, pierde una carrera de una tortuga diligente y determinada?

Además de historias acerca de animales, las Fábulas de Esopo contienen chistes, paradojas, parábolas y cuentos acerca de personas ordinarias, como la historia del niño que gritaba “¡Socorro, ahí viene el lobo!”,solo para disfrutar viendo la movilización de la gente, y ser ignorado cuando en realidad apareció el lobo, oportunidad en que nadie le creyó.

Cada una de las situaciones que retratan las fábulas tiene una enseñanza. Zeus y el camello, por ejemplo, relata cómo, cuando el camello vio los cuernos de otro animal le rogó a Zeus que le diera cuernos, pero Zeus se irritó tanto con la codicia del camello, que le cortó las orejas. En la historia de Júpiter y las ranas, una parábola famosa acerca del poder, las ranas piden a Júpiter que les mande un rey. No contentas con el rey que les envía Júpiter al principio, el cual no interfería en sus vidas, insisten en tener un rey más carismático y poderoso, y Júpiter les envía una serpiente de agua que las mata a todas.

Las Fábulas conservan hoy en día su popularidad y han sido traducidas a casi todas las lenguas del orbe. Su impacto en obras subsecuentes de la literatura universal es innegable, llegándose incluso a decir que si no hubiera sido por su influencia, trabajos como la Metamorfosis de Kafka, o 1984 de Orwell, y otras, no se hubiesen escrito.

Publicado originalmente el lunes, 31 de enero de 2011, en Mao en el Corazón

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