Crítica literaria por Giovanni Di Pietro San Juan, Puerto Rico
Cuando Edwin Disla me mencionó, hace algunos años, que pensaba escribir una novela acerca de la vida de Jesucristo, me quedé sorprendido. Era un tamaño proyecto. Y le comenté, me acuerdo, que tendría que prepararse bien. Leer muchísimo material.
Esto fue poco después de la publicación de su novela Manolo. Ahí, en esa obra, Edwin no escatimó esfuerzos. Logró, creo que, con éxito, reinterpretar la figura de ese líder político. Le quitó, en parte, la tradicional aureola de santidad, y lo presentó como una persona de carne y hueso, con sus virtudes y sus fallas. En el transcurso de ese recuento, era obvio que Manolo adquiría también la estatura de un Cristo sacrificado. Fracasó en lo político; sin embargo, logró convertirse en mito. Un mito, sin duda, referencial dentro de la historia patria.
Que es, a fin de cuentas, lo que importa. Los líderes políticos van y vienen; los mitos, por el contrario, se quedan y persisten en el tiempo.