Por Isaías Medina Ferreira
“Probablemente el más grande escritor de ciencia ficción que haya existido, Isaac Asimov poseía una de las mentes más brillantes y originales de nuestro tiempo. Su estilo accesible y sus intereses que abarcaban los más amplios temas desde ciencia y religión hasta humor e historia, le granjearon el sobrenombre de ‘El gran explicador’... una mente tan vasta como el universo...”, dice en la cubierta inferior de una de las autobiografías (1) de Isaac Asimov, "I.Asimov". (2) Lo mismo ha sido corroborado extensamente por todos los entendidos en la materia.
Se dice de Isaac Asimov que tenía una mente fotográfica, capaz de recordar eventos hasta en los más mínimos detalles a voluntad. Se dice, además que fue un niño prodigio, que, ya como escritor establecido, podía escribir 90 palabras por minuto a máquina y que era un genio. El mismo Asimov relata en la mencionada autobiografía, I.Asimov, que aprendió a leer por sí mismo antes de los cinco años y que entró a Columbia University, en Nueva York, a los quince años de edad, de donde se graduó con un doctorado en Bioquímica.