jueves, 30 de enero de 2020

POEMAS A LA Ñ, LA LETRA CON PEINETA

HUMOR

OLÉ NUESTRA EÑE (PARODIA)
Estrellita La Moderna




Nos quieren quitar la eñe
Para ser más europeos

Si nos quitan nuestra eñe
Los niños serán los ninos
Los años serán los anos
Y en la ribera del Mino
Florecerán los castanos

Si nos quitan nuestra eñe
En vez de ordeñar las vacas
Quizás las ordenaremos
Y para decir ñoñerías
¿Cómo nos apanaremos?

Olé y olé nuestra eñe
Salerosa y pizpireta, salerosa y pizpireta
Qué se chinchen si no tienen
Una letra con peineta

Nos quieren quitar la eñe
De nuestros ordenadores

Si nos quitan nuestra eñe
Las peñas serán las penas
Los moños serán los monos
Yo no sé por qué se empenan
Ya me tienen hasta el cono

Quizá tendremos manana
Un dedo con sabanones
Una pina con pinones
Un pescador con su cana
Y un cuerpo con dos rinones

Olé y olé nuestra eñe
Salerosa y pizpireta, salerosa y pizpireta
Qué se chinchen si no tienen
Una letra con peineta

Nos quieren quitar la eñe
Pa tocarnos los bemoles

Al que quiere que digamos
Que el pano de Sabadell
Es bueno para el otono
A ése yo no lo perdono
Me voy a jinar en él

Qué le coja estrenimiento
Y qué no pueda ir al baño
Y qué le crezcan pezunas
Qué tropiece en un peldano
Y qué su suegra le gruna

Olé y olé nuestra eñe
Salerosa y pizpireta, salerosa y pizpireta
Qué se chinchen si no tienen
Una letra con peineta

Nos quieren quitar la eñe
Maldita sea su estampa

El español sin la eñe
En el fuego pone lena
Bebe vino de Logrono
Y en la ensena madrilena
Hay un oso y un madrono

Y los de la Gran Bretana
Igual que hicieron antano
Aprovechan la ocasión
Y ano, tras ano, tras ano
Espana sin el penon

Olé y olé nuestra eñe
Salerosa y pizpireta, salerosa y pizpireta
Qué se chinchen si no tienen
Una letra con peineta



SIN LA EÑE

Sin la Ñ, no existieran cumpleaños,
ni Año Nuevo se pudiera festejar.
Imposible sin la Ñ usar los baños,
ni el plomero a tantos caños destapar.

Sin la Ñ, los otoños se extinguieran,
y las flores sin retoños han de estar.
Sin la Ñ, qué sería de la caña,
el azúcar no se puede elaborar.

Si te quieres ir de pesca sin la caña
muy difícil te será el poder pescar,
y si quieres estar limpio, no te bañas,
pues sin Ñ, nunca te podrás bañar.

El idioma español sin la tal Ñ,
no tuviera su belleza singular,
y mi perrita Ñuñi no entendiera,
por su nombre, si la Ñ he de quitar.

Las campañas sin la Ñ, tanerían,
la ensalada sin aliño no es igual.
El pequeño sin la Ñ es un gigante,
y el empeño no sería algo especial.

No hay un niño sin la Ñ, no hay cariño,
ni el armiño luciría colosal.
Sin la Ñ ¿para qué usar los corpiños,
si tal vez somos mejor al natural?



EN DEFENSA DE LA LETRA Ñ
Autor desconocido por mí

En el idioma español,
la eñe es muy importante,
y en todo ordenador
debe ser una constante.

Tan importante es la eñe
que sin ella yo no sueño,
y sin que te parezca extraño
no me estriño y sí, me baño,

Imagínense a las madres
Sin servicio de pañales
Y al soldado en su estación
si le falta un buen cañón.

Aunque sin eñe no hay daño,
resultaría dañino,
que nos faltara el empeño
y no existiera el cariño.

Para una linda española
no habría una piel de armiño.
Tampoco habría cabañas
para albergar a los niños.

Sin eñe yo no te riño,
y los viejos no se tiñen,
no te daría un regaño
y me sentiría triste
al decirte que te extraño.

Sin sonido de zampoñas,
sin beber un vino añejo
en una peña criolla,
¿qué gracia tiene el festejo?

¿Acaso habría buñuelos
o churros para la niña
como los hacía el abuelo
con sus trocitos de piña?

No existiría el otoño
sin la eñe en nuestras letras;
ni tampoco habría moño,
donde prender las peinetas.

Parecía muy extraño
que Bill Gates no la pusiera,
y quedó como un tacaño
¡cómo si tan caro fuera!

Bueno, basta de regaños,
porque ya me vino el sueño
y aunque pongo mucho empeño
los ojos me hacen extraños.

Termino pidiendo a todos
los que hablan español,
defiendan la EÑE. . . ¡Coño!
y el idioma será mejor.



“POEMA A LA LETRA EÑE”
Como un homenaje post mortem a Gloria Fuertes


Todo tiene eñe en España,
¡Hasta en la Coruña y en España!

I

Eñe, el coño que nos trae,
o cigüeña con que te engañan,
eñe en letal y parca rebatiña
eñe en la llevadera guadaña,
eñe de una dañina ponzoña
cuando nos siembran cizaña,
eñe de puño o redil en rebaño
que lo disemina una alimaña,
eñe la niña que nos enfría
por nueve meses de hazaña.

II

Eñe la leña que nos calienta,
eñe la doña que nos apaña,
eñe de nostálgica morriña
de mi viña un poco extraña,
eñe la caña con que pescamos
de pronto una feroz piraña
o carroña con que nos pescan
politicastros en plena campaña,
eñe del paño que nos alienta
cuando el agua fría nos baña.

III

Eñe de moño que aún baila jota
allende tierras de la Bretaña,
eñe de una malagueña salerosa
o de una diminuta musaraña,
eñe de carantoña en que caemos
cuando no pegamos una pestaña,
eñe de uñas que nos aruñan
a veces con amor y otras con saña,
eñe de ruiseñor y de campiña
eñe extremeña con mucha maña
eñe de caño de una fuente
cercano a la venta de lasaña.

IV

Eñe de coñac o suave licor,
eñe de vino por la champaña
eñe de ron o whisky añejo
tan añejo que me regaña,
eñe de cuña que injerta
y es madera que acompaña,
eñe en la cama de añicos
cuando tenemos migrañas,
eñe de greñas y de mal sueño
cuando aún cuelgan lagañas.

V

Eñe de telaraña que teje
una habilidosa y gran araña,
eñe de un santo y seña
para escalar una montaña,
eñe, la virgulilla de antaño,
de la época de María Castaña
cual signo de menor tamaño
como suplantadora artimaña,
eñe de piña en tizana nutritiva
que nuestra salud no nos daña.

VI

Eñe en divertida muñeca,
eñe de una cálida cabaña
o eñe de niño, que somos todos,
los que latimos sin patraña
como muy pequeños retoños
con un poema de esta calaña
ilando setenta y ocho peldaños
y con rimas un poco hurañas
sin un tacaño desempeño
pero nacido de las entrañas,
eñe te defendemos con cariño
pese a amenazas que te empañan
.
VII

Eñe en piñata muy festiva
sujetada en sólida cucaña
y docenas de dulces añadidos
con papelillo que enmaraña,
y ya me despido en mi otoño
liando letras que se amañan
al poema original de su dueña
Gloria Fuertes de la España
madrileña para más señas,
de los niños su obra aledaña,
vayan las gracias cual buñuelos
hasta el cielo como verdes brañas.



Ñ
Por Verano Brisas


Ñoña y escasa de palabra eres
en este inmenso mar del español;
en francés y portugués eres fonema
que no figura en el contexto gráfico.

No te veo tampoco en italiano
ni en el viejo latín que hablara Séneca
mientras gritaba sus Catilinarias,
o en cualquiera de los otros genios
que hoy nos deleitan con su filosofía.

El inglés no se digna mencionarte
desde su trono de lengua universal,
y aunque insulto y desprecio no son míos,
te sugiero la humildad como defensa
contra todas tus soberbias compañeras
que intentan aplastarte impunemente.

Nunca serás ñácara en el mundo,
pues tu vírgula la veo aristocrática
en el plano singular de los adornos;
por eso el ñandú se yergue altivo
cuando cruza veloz sobre las grandes
pampas libres de nuestra Suramérica.

No me abstengo de nombrar al ñu
que tanto admiro por su gran cabeza,
su liso cuerpo de antílope africano
y cuernos curvos como luna nueva.

Para dejarte disfrutar en paz
acudo al ñañiguismo o abakuá,
expresión de santería caribeña
traída por traficantes portugueses
desde el negro y antiguo Camerún,
con aquellos cautivos que sufrieron
las consecuencias de la esclavitud.



MI DEFENSA A LA LETRA Ñ
Por Hermes Varillas Labrador


Ñiquiñaque de mil cuñas
en acto traído de las greñas
de un ataque artero a la eñe
con el árbol caído hacen leña;
ansían borrarle del español,
ni aludir a quienes lo sueñan
sería mejor darles de ñapa
salsa de la Sonora Ponceña
para tal ñengo desmedrado
de tierras portorriqueñas.

Y si no les alcanza el ñame
de la colombiana antioqueña
para su melindrosa ñoñería
que sea la samba brasileña,
y si por si acaso son ñongos
algún son del área caribeña,
que tales ñángaras ociosos
sin castañuelas ven la limeña
en sus pequeños cerebros
les da roña la eñe halagüeña.

Una piña debajo del brazo
sería como su santo y seña
que con el pasar de los años
en actitud que los desdeña
superado tan ñato embrollo
con culpa de cultura norteña,
por tal hazaña celebremos
que la eñe sigue siendo dueña
con champaña muy espumosa
brindemos por ser hogareña.

Nuestra eñe no está de ñudo
no deambula como pedigüeña
es arte en señoritas y señoras
como las más hermosas caleñas
que son como flores hermosas
como el son de la Llorona istmeña
es cual canto del criollo ñenguere
como merideñas o margariteñas,
y les dejo de ñapa a continuación
mi añoso empeño en otro poema.

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