por Heddel Cordero
Él era un hombre apasionado. Apasionado con sus amigos. Apasionado con su pueblo. Apasionado con la literatura. Apasionado con los personajes populares de nuestro pueblo. Apasionado con sus ideales. Apasionado, sobre todo, con su vida bohemia en Pimentel. Apasionado y solidario con su gente.
Dedicó innumerables artículos a nuestro pueblo donde evidenciaba su amor por el mismo. También los aglutinó y publicó un libro donde están los panegíricos de las figuras más relevantes de su generación. Fue un estudioso de nuestra gente. Un antropólogo de nuestras costumbres y peculiaridades.