Versión 4
Por David Generoso
INTRODUCCIÓN
Escribir relatos cortos es tan fácil como tener una idea, madurarla y ponerla negro sobre blanco. O tan difícil. Y ni siquiera hace falta tener la idea en la cabeza. Basta con sentarse frente a una hoja o un dispositivo con un procesador de texto y forzarte a contar una historia. Por cierto, si te parece chino mandarían lo que te estoy contando, en este artículo te doy argumentos en contra de la inspiración y a favor del trabajo, trabajo y más trabajo.
Guardo en un cajón cientos de relatos que he creado en los últimos años… Bueno, no exactamente en un cajón. Están a salvo en una carpeta del ordenador a la que llamo ‘RelatosPublicablesOK_ParaCorregirOK_RevisarDeNuevoOK_ReplantearOK_ArrojarALaPapelera.doc’. Espero que con el próximo cambio de equipo no olvide copiar esa carpeta a un disco duro externo o subirla a la nube, que es otra forma segura de trabajar.