La intención es hacerle reír, ¿ok?
AL MUERTO QUE ESPERE
Microficción
Lo vi salir del bar trastabillando los pies, visiblemente tragueado, vestido con su uniforme negro de reglamento; montarse y arrancar en el coche fúnebre que había dejado estacionado en frente del establecimiento y una cuadra más adelante pararse en el semáforo que estaba en rojo. Allí puso el coche en "parking", se quitó el kepi de chofer, echó la cabeza y el torso hacia el asiento del pasajero, se acomodó lo mejor que pudo y se echó a dormir.
LA INDIA TRENZONA Y SUS ROMÁNTICOS, PERO INDESEADOS PRETENDIENTES
— Señorita, cobíjeme con su pollera del pánico que causa la batalla de vivir y acurrúqueme hasta estar a salvo de este mundo cruel e ingrato…
— Pero si etará aguardientiao este atrabanco… ¿y qué disparates e indecencias son esas?… ya lo decía el tío Passolini: no hay mezcla más peligrosa pal mal comío que la del Marxio barbú alemán y el poeta Naruda… por culpa de ellos se está llenando de loco el mundo… y quiero que sepa, zopilote sin brújula, que debajo de mi pollera, no se acurruca ni el presidente…
NUNCA BEBO CUANDO ESTOY EN MARCHA
Microficción
— Deme su licencia y papeles del vehículo, señor… ¿sabe usted por qué lo paramos?
— Ni puta idea tengo, mi querido correligionario oficial…
— Por manejar de forma errática y beber mientras maneja…
— Oh no… permítame que difiera de usted, mi muy apreciado, benevolente y celoso custodio del orden público… no manejo y bebo…
— ¿Y esa botella de Johnny Walker rojo destapada y a medio beber, de quién es?
— Es mía por supuesto, pero mientras manejo ni la veo… le juro, mi guardametas, que sólo bebo en los “stop signs”...
— Ciudadano… salga del vehículo, por favor...
Basado en una historia verídica
LA INDIA TRENZONA Y EL ALCALDE
Microficción
— Señorita, señorita, permítame presentarle a…
— ¿Y dónde encontrate a este zopilote, tan mal tallao, Abundio?
— Permítame presentarle al Sr. Alcalde, señorita…
— Ah caray, por un momento creí que era un "roba-la-gallina"… perdóneme señor… vaya, choque ahí esa pajosa…
— Bastante ofensiva tu amiguita, Abundio
— A ti te han llamao cosas peores, Onofre… déjate de estar de delicao… son votos… ella tiene mucha gente…
— ¿Y e’ verdá que luco tan mal tallao?
— Quizá no como un "roba-la-gallina"…
SANGRÚ
— Notongo, ¿con qué tipo de gente te gusta más interactuar?
— La verdad, Brisenia… mientras menos, mejor…
DIÁLOGO DE MANSO Y MENSO
— Manso, ¿has visto la de funcionarios que aparecen en los medios celebrando el 24 de abril?
— O son imbéciles o creen que somos nosotros los imbéciles, Menso…
— Pero tienen derecho, Manso; son dominicanos…
— Menso, si eres balaguerista, trujillista, saqueador del erario, creador de barrilitos y cofrecitos, parásito o borrego asalariado, bocina pagada… en fin, un hijo de puta que robas los recursos del país e hipotecas su futuro pa’ llenarte tus bolsillos… no tienes derecho a celebrar nada… y debes ser torturado y después guindado en el parque del pueblo, para que te acaben de rematar a pedradas… ¡causahipo, ruedabolas maldito!
— Ay ay ay Manso… a veces creo que erej un Montruo…
ASÍ ES CÓMO LA PIERDES
—¿Y no te dijo por qué te botó, Orrencho?
—No, se fue de un pronto y no me dijo na’… yo muy entusiasmao le dije el día de loj enamorao: Gumersinda, no soy hombre de dar chocolates ni flores, pero te voy a regalar un continente, pa’ que solo queden 25… y desde ese día no la he vuelto a ver…
—Ayayay… y es muy posible que no la vuelvas a ver… búscala en el continente que le regalaste...
HOMENAJE MERECIDO
Microficción
Cuando los obreros terminaron de pintar de rojo —el color del partido de gobierno— la letrina número mil, los lugareños consideraron apropiado, y hasta obligatorio, rendir homenaje al creador y soporte económico de tan atinada idea, el distinguido Don Tarántulo Domeñado. Para ello prepararon una fiesta regia, a la que asistieron el gobernador y todas las autoridades locales y provinciales. En mitad del festejo, en una emotiva ceremonia, entre discursos, música, odas y poesías, al homenajeado se le entregó un pergamino con orlas plateadas y el alcalde del lugar le terció al pecho una banda roja con letras doradas que decía en mayúsculas: MOJÓN ILUSTRE. Anegado en llanto, a don Tarántulo no le fue posible leer el discurso florido que había preparado para dar gracias a la concurrencia por haberlo hecho recipiente de tan distinguida investidura. El discurso lo terminó leyendo el diputado don Gervasio Caminillo, quien había sido declarado "CAGALITROSO ILUSTRE", el año anterior.
¡PÁRATE, GALLINA!
El barrio se alborotó ayer. Siendo como soy un cacique del vecindario, al oír la voceadera de "dichos" que los tígueres generalmente reservan para los testigos de jehová y los evangélicos, salí para protegerlos. Pero no, era un "diputado de ultramar" con su comitiva que había desatado la furia de Tantor de la aristocracia del barrio. Como el que no quiere la cosa, entré de nuevo a mi casa sin que me vieran. Lo único que dice hoy la prensa es "Apresan a político dominicano que corría en ropa interior por las calles del barrio el Punto, de Salem".
NO ME JODA, DOCTOR
Fui al médico recientemente... se mostró muy satisfecho y me felicitó por lo que he hecho para mejorar mi salud. Según él, añadí por lo menos cinco años a mi longevidad... pendejo, yo sé que no es mi salud lo que en realidad le preocupa, sino perder otro paciente si me pelo. Además, es fácil para él celebrar porque no ej él quien va a cargar con esos años en un cuerpo desgastado y adolorido que cada día demanda más energía y pastillas zombionas, y esfuerzo para moverlo y produce más desperdicios que una planta de mariscos. Gracioso el matasanos, eh?
AGRAVIO Y DESAGRAVIO
— Algo hiciste tú, Chiripolo, que te tienen en la lista de los excomulgados…
— Na’, Nonito… lo único fue que en la misa de sanación me paré y pedí en voz alta: “Te pedimos Señor que nos libre de todas las vainas malas que has creado y de la plaga de curas malditos que se te han escapado”…
— Ayayay… ¿y dices que no hiciste na’?
— Coño, Nonito… la verdad es que son delicados… y si son inteligentes y analizan a fondo podrán ver que lo que pedí los beneficia a ellos también…
— ¿Y tú, qué vaj a hacer ahora?
— Bueno, el Macondiano Roberto R. Rodriguez Rodriguez y Silvia Aurora Cruz Ortega me dicen, con razón, que no hay nada que un signo de pesos seguido de números y unos cuantos ceros no puedan resolver y me aconsejaron que haga un maratón peregrino de desagravio, con patrocinadores, a beneficio de la Santa Madre Iglesia, desde Montecristi hasta Punta Cana ... y prometa hacerlo anualmente por los próximos veinticinco años…
— ¿Y lo vaj a hacer?
— Sí, Nonito… veo una tremenda oportunidad de hacerme unos molonguitos tó los años. A la gente le gusta dar pa’ esas vainas, sólo hay que mostrar arrepentimiento, humildad y jurar sumisión a las leyes de la Santa Madre Iglesia...
— No está mal, Chiripolo… ya me imagino la propaganda que montarás… y la cara de tormento, aflicción y arrepentimiento que mostrarás…
— El Señor es bueno, Nonito… no hay laberinto por oscuro que sea del que no te ayude a salir… siempre te ilumina aunque se hayan gastado las pilas de tu foquito…
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