miércoles, 2 de noviembre de 2022

UN GATO EN UN PISO VACÍO

Poema de Wislawa Szymborska (1923-2012)
 
Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque, ¿qué puede hacer un gato
en un piso vacío?
Trepar por las paredes.
Restregarse entre los muebles.
Parece que nada ha cambiado
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende.

Se oyen pasos en la escalera,
pero no son esos.
La mano que pone el pescado en el plato
tampoco es aquella que lo ponía.

Hay algo aquí que no empieza
a la hora de siempre.
Hay algo que no ocurre
como debería.

Aquí había alguien que estaba y estaba,
que de repente se fue
e insistentemente no está.

Se ha buscado en todos los armarios.
Se ha recorrido la estantería.
Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.
Incluso se ha roto la prohibición
y se han desparramado los papeles.

¿Qué más se puede hacer?
Dormir y esperar.

Ya verá cuando regrese,
ya verá cuando aparezca.
Se va a enterar
de que no se le puede hacer eso a un gato.
Irá hacia él
como si no quisiera,
despacito,
con las patas muy ofendidas.
Y nada de saltos ni maullidos al principio.

Un gato en un piso vacío (en polaco, Kot w pustym mieszkaniu) es un poema de la poeta polaca Wisława Szymborska. Fue escrito tras la muerte de su pareja, el escritor polaco Kornel Filipowicz, fallecido en febrero de 1990. En el centro del poema hay un gato doméstico que espera a su difunto dueño en un apartamento abandonado. La incapacidad del gato para captar la muerte conduce a una visión inusual de la impermanencia humana.

Szymborska publicó el poema en la revista Odra en 1991 y lo incluyó en su colección de poesía Koniec i początek (Fin y comienzo) en 1993. Especialmente después de que Szymborska recibiera el Premio Nobel de Literatura en 1996, el poema encontró distribución internacional en numerosas traducciones y se convirtió en uno de sus poemas más conocidos y populares, especialmente en Polonia.

El poema comienza con el verso:

"Morir, eso no se le hace a un gato"

Luego se describe un gato doméstico que espera a su difunto dueño en un apartamento vacío. Externamente, las habitaciones no han cambiado, pero para el gato, la vida ha perdido su orden. Aunque alguien sigue cuidándolo, ya no es la persona que conocía. A pesar de todas las prohibiciones, registra todo el apartamento hasta que al final no le queda nada más qué hacer que dormir y esperar. Se imagina reencontrándose con la persona desaparecida, ofendido y sin una muestra de alegría, le señalará que no es lícito desaparecer así.

Wisława Szymborska murió en Cracovia, Polonia, el 1ro. de febrero de 2012, a los 88 años de edad. (Wikipedia)

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