Garcíamarquiano se refiere a todo lo relacionado con el escritor colombiano Gabriel García Márquez, su obra y su legado literario, especialmente su estilo de realismo mágico. Por su parte, macondiano describe algo que tiene que ver con Macondo, el pueblo ficticio creado por García Márquez en su novela Cien años de soledad, y, por extensión, se aplica a todo lo irreal, absurdo y fantástico que caracteriza este universo literario.
Garcíamarquiano
• Pertenencia:
Es un adjetivo que califica aquello que está vinculado a Gabriel García
Márquez, o a su obra.
• Contexto:
Se utiliza para hablar de su estilo literario, del realismo mágico que lo
caracterizó, de sus temas o de los elementos presentes en sus
narrativas.
Macondiano
• Origen:
Proviene de Macondo, la mítica y mágica ciudad que es escenario principal de
la novela Cien años de soledad, una obra cumbre de García Márquez.
• Significado:
El término designa lo que es propio de ese universo literario; aquello que es
fantástico, que no se rige por la lógica común, lo irreal o absurdo.
En resumen, ambos términos están íntimamente ligados al universo de García
Márquez, pero "garcíamarquiano" es más amplio, abarcando todo lo del autor,
mientras que "macondiano" se refiere específicamente al mundo particular y
mágico que creó en su obra cumbre.
“GARCIAMARQUIANO” Y OTRAS PALABRAS QUE FUERON AGREGADAS OFICIALMENTE AL
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA
El término fue agregado como un adjetivo para hacer referencia al premio
nobel de literatura colombiano Gabriel García Márquez
El director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación
de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado, y la
directora de la 24ª edición del diccionario, la académica Paz Battaner,
presentaron este 27 de diciembre la última actualización del diccionario
oficial, en la que se incluyó la palabra garciamarquiano.
“1. adj. Perteneciente o relativo a Gabriel García Márquez, escritor
colombiano, o a su obra. La prosa garciamarquiana.
2. adj.
Que tiene rasgos característicos de la obra de García Márquez.
3. adj.
Admirador o seguidor de la obra de García Márquez.”
De esta forma, la institución española acepta a esta nueva palabra como un
adjetivo en el idioma, hablado como lengua nativa por cerca de 500 millones de
personas en todo el mundo, para hacer referencia al fallecido escritor
colombiano, que ganó el premio nobel de literatura en 1982.
García Márquez es conocido por ser el creador del realismo mágico, el cual
mezcla la fantasía y el mito con actividades diarias y ordinarias. En sus
trabajos suele reflejar la realidad de Colombia, tema que determina la
estructura racional de sus libros.
Además, es considerado el máximo representante del boom latinoamericano a
mediados del siglo XX, junto con autores como
Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa. También se
considera que renovó la literatura hispanoamericana en aquel entonces.
Fue también un destacado periodista que trabajó para
El Espectador, El Nacional, El Universal (columna Punto y aparte) y
El Heraldo (columna La Jirafa), en Colombia. También fue fundador de la
revista Alternativa y director de la
Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, en Cuba.
Otros premios que recibió durante su carrera fueron el
Premio Mundial de Periodismo de la Organización Internacional de
Periodistas
(1977); Legión de Honor, en grado de Gran Comendador, por el Gobierno
de Francia (1981), y la Orden del Águila Azteca (1982).
Fue nombrado doctor honoris causa por la universidad de Columbia, en
Estados Unidos, y actualmente varios premios llevan su nombre, como el
Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez y el
Premio Gabriel García Márquez de Periodismo.
Otras actualizaciones presentadas por la RAE
La nueva edición del diccionario oficial incluye nuevos usos de palabras en
gastronomía, ocio, sexualidad y género, así como muchos vocablos de
especialidades de ciencia, industria y tecnología, medicina, química o física,
medioambiente, economía, derecho, sociología y deportes.
También se incluyó el término cortazariano, para hacer referencia al escritor Julio Cortázar. Además, por iniciativa
del escritor Javier Marías, que murió este 2022, se incluyeron las palabras
“sobrevenido” (impostado o artificial); “hagioscopio” (abertura
pequeña hecha en la pared de una iglesia para ver el altar) o
“traslaticio” (perteneciente o relativo a la traducción).
Otras palabras que se incluyeron fueron “micromachismo”, definida como
forma de machismo expresada en pequeños actos, gestos o expresiones
habitualmente inconscientes; “portuñol”, como una mezcla entre el
español y el portugués; “puntocom”, referida a empresas que realizan
sus labores principalmente en internet.
Se incluyó también “mamitis”, como un excesivo apego a la madre;
“edadismo”, como discriminación por la edad, principalmente a personas
mayores. Para el mundo de la tecnología, aparecen términos como
“macrodatos”, “videojugar”, “comercio electrónico”,
“minería de datos”, “obsolesencia programada” o
“vida útil”.
“Conspiranoia” es otra de las palabras nuevas, y se define como la
tendencia de interpretar determinados acontecimientos como si fueran una
conspiración; también se incluye su derivado, “conspiranoico”. (Infobae, 27 Diciembre 2022)
GARCÍA MÁRQUEZ Y CORTÁZAR ENTRAN EN EL ‘DICCIONARIO’: ‘GARCIAMARQUIANO’ Y
‘CORTAZARIANO’
La RAE y la Asale presentan más de tres mil novedades y modificaciones en
el ‘Diccionario de la lengua española’
Por Magí Camps
Barcelona
El Diccionario de la lengua española no admite nombres propios en sus lemas,
pero sí en sus definiciones. Es así como Gabriel García Márquez y
Julio Cortázar han entrado en él a través de sus adjetivos:
garciamarquiano y cortazariano, que hacen referencia a su obra ("La prosa garciamarquiana"), sus
características ("Dos cuentos muy cortazarianos") o a sus admiradores y
seguidores.
Estos dos adjetivos son algunas de las 3,152 novedades y modificaciones que se
han presentado en la RAE esta mañana. Se trata de la versión 23.6 del
Diccionario de la lengua española (DLE), que elabora la Real Academia Española
en colaboración con el resto de academias de la lengua de los otros países
hispanohablantes, agrupadas en la Asale.
El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, y la directora del DLE,
Paz Battaner, han detallado algunas de estas novedades, que afectan al
léxico general, es decir, a las palabras que se usan en todos los ámbitos de
la comunicación, sin entrar en las especificidades terminológicas de cada
ámbito del conocimiento.
Entre las novedades, se encuentran
conspiranoico, edadismo, micromachismo, obsolescencia programada, panetón y panetone (la versión americana y la peninsular del dulce italiano) o
videojugador. También ha entrado puntocom, el nombre con el que
se conocieron las primeras empresas que operaban por internet.
Entre las ampliaciones de significado, sorprende la adición en la entrada
corte, en su decimosexta acepción, del sentido de
"Trozo de helado que se corta de una barra y se come entre dos galletas".
En esta versión, ya disponible en línea, pueden encontrarse nuevas
incorporaciones relativas al ámbito tecnológico, como macrodatos,
comercio electrónico, minería de datos o vida útil.
De las ciencias naturales, se incorporan voces pertenecientes a la zoología,
como dingo, facóquero y mantarraya, y al ámbito de la medicina
como cortisol, hiperinmune, lidocaína o monodosis.
A partir de ahora ya no será necesario hablar de crowdfunding, pues el
DLE incorpora micromecenazgo y micromecenas. Obsérvese que
muchas de estas palabras ya eran de uso general y, ahora, lo que hace la
institución académica es darles carta de naturaleza con la fijación normativa.
(
La Vanguardia, 20/12/2022)
CARTA ABIERTA A LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA SOBRE LOS TÉRMINOS
GARCIAMARQUIANO Y MACONDIANO
Dixon Acosta Medellín
Bogotá, Colombia, 6 de marzo de 2016
Respetados Señores de la Real Academia Española:
Reciban un atento saludo de este lector, quien les escribe en el octogésimo
noveno aniversario del nacimiento del escritor colombiano
Gabriel García Márquez (6 de marzo de 1927), el más reciente clásico de
la lengua castellana. García Márquez —familiarmente Gabo—, al
igual que sus gigantes antecesores, no solo es importante por dar a luz obras
literarias de valor inconmensurable, sino por transformar al propio lenguaje,
tanto el de ilustrados académicos como ustedes, así como el de legos
ciudadanos, algunos que sin haberlo leído, no han sido ajenos a su influencia.
Quizás el mayor triunfo de un escritor es hacer la transición a palabra,
convertirse finalmente en un término usado en un texto o en el habla
cotidiana. Transmutarse de sujeto a verbo, terminar no en el cielo ni en el
infierno, sino en el diccionario. Es la mejor compensación, igual o mayor que
ganarse el premio Nobel. Así la definición quede incompleta y en ocasiones sea
injusta con el autor que la inspiró, como puede ser el caso de los términos
dantesco, kafkiano o maquiavélico, o algunas de sus interpretaciones. De todas
formas, ser habitante del habla de las personas es el mejor homenaje para
alguien que ha vivido de la palabra.
Así como se rinde el homenaje eterno a Cervantes, cuando se dice de alguien o
algo que es quijotesco, como
sinónimo de idealista, no exento de cierto grado de locura. De la misma
forma, deseo proponerles que consideren autorizar en próxima edición del
Diccionario de la Lengua Española los términos macondiano y
garciamarquiano, sobre los cuales dejo unas sugerencias para posibles
definiciones. Son apenas posibilidades, para motivar la discusión entre
ustedes los expertos.
Macondiano: Relativo al pueblo ficticio denominado Macondo. Universo
literario de tramas y personajes que aparecen en algunas obras del autor
colombiano Gabriel García Márquez. Dícese de situaciones o casos de
apariencia fantástica o increíble pero de naturaleza auténtica.
Garciamarquiano: Dícese del estilo literario utilizado en narrativa y
basado en un derroche verbal, construcción poética e imágenes fantásticas
vigorosas, característico del escritor Gabriel García Márquez. Se
deriva del realismo mágico, pero difiere de este en que se trata de la
presentación de hechos históricos o ciertos, pero de manera que parecieran
fantasiosos.
Recientemente en Italia se ha dado una bonita historia sobre las nuevas
palabras. A un niño en desarrollo de una tarea escolar se le ocurrió una nueva
palabra, “petaloso”, para describir a una flor (que en italiano es
masculino), la cual ha tenido tanta acogida que incluso el Primer Ministro de
ese país la ha destacado y la Academia en Italia expresó que está bien
construida desde el punto de vista lingüístico, solo faltaba que fuera
utilizada por la gente, lo que generó todo un movimiento en redes sociales y
medios periodísticos para su divulgación.
En el caso de “macondiano” y “garciamarquiano”, son términos que
se vienen utilizando desde hace varios años, incluso por intelectuales y
escritores, aparte del público en general. Estimados Académicos, pueden hacer
una sencilla prueba en ese moderno oráculo llamado Google, comprobarán el uso
extendido de estas palabras.
Creo que esto ya lo había propuesto alguna vez un colega de ustedes, el
escritor, periodista y académico colombiano de la lengua
Daniel Samper Pizano, al evidenciar que los dos términos referidos son
del uso frecuente tanto de intelectuales como de profanos, y que terminan
siendo sinónimos de lo maravilloso contradictorio, del llamado realismo
mágico. Otro gran escritor colombiano, Héctor Abad Faciolince, opina en
reciente columna en el periódico colombiano El Espectador que “no hay
nada peor, en una lengua, que intentar patentar una palabra, como si esta
pudiera tener dueño y señor. Una palabra solamente se acaba de inventar cuando
la gente la usa…”. En efecto, no deseo pretender ser el “inventor” de los
términos referidos anteriormente, simplemente soy testigo de su uso extendido.
Espero que esta propuesta sea discutida en las sesiones de la Academia,
deseándoles éxitos en las mismas, que resulten ser unas jornadas macondianas,
es decir, que concluyan en una decisión realista y mágica. Incluso si lo
tienen a bien, el tema podría ser propuesto en el próximo VII Congreso
Internacional de la Lengua Española a celebrarse en Puerto Rico, sería el
mejor tributo para el máximo representante del Caribe en las letras españolas.
Agradeciendo su amable atención, me despido cordialmente,
Dixon Acosta Medellín (identidad literaria de Dixon Moya)
(Letralia, Tierra de Letras, jueves 10 de marzo de 2016.)
CORTAZARIANO
1. adj. Perteneciente o relativo a
Julio Cortázar, escritor argentino, o a su obra. El universo
cortazariano.
2.
adj. Que tiene rasgos característicos de la obra de Cortázar. Dos cuentos
muy cortazarianos.
3.
adj. Admirador o seguidor de la obra de Cortázar. Apl. a pers., u. t. c.
s.
¿Qué caracteriza la obra de Julio Cortázar?
La obra de Julio Cortázar se caracteriza por
su estilo experimental y realismo mágico, que entrelaza lo cotidiano con
lo fantástico, la ruptura de estructuras narrativas tradicionales (como en
Rayuela), el uso innovador del lenguaje, y la exploración de temas como la
soledad, el humor, y la búsqueda de lo irracional.
Su prosa es poética y lúdica, invitando al lector a cuestionar la
realidad y a participar activamente en la experiencia
literaria.
Características de su obra:
• Experimentación narrativa y
lingüística:
Cortázar desafía las formas tradicionales de contar historias, experimentando
con la sintaxis y la semántica para crear efectos sorprendentes en el lector,
como se ve en la estructura de Rayuela.
• Fusión de lo real y lo
fantástico:
Sus relatos a menudo difuminan las líneas entre lo ordinario y lo
extraordinario, creando atmósferas surrealistas donde los límites de la
realidad se vuelven ambiguos.
• Temas recurrentes:
Explora la soledad, la alienación, el humor, el azar, la sensualidad y la
rebelión de la imaginación.
• Uso del humor y lo lúdico:
A través de obras como Historias de Cronopios y de Famas,
Cortázar utiliza el humor, la poesía y el absurdo para reflexionar
sobre la condición humana y la vida.
• Compromiso político:
Hacia el final de su carrera, Cortázar también incorporó su compromiso
político en obras como Libro de Manuel, reflejando su visión del mundo
y su apoyo a movimientos sociales.
• Innovación en el cuento:
Cortázar revolucionó la forma del cuento, especialmente el final, que a menudo
es abrupto y fatal, similar a un golpe de jazz o a la resolución de una pieza
musical, para resolver el conflicto de manera sorpresiva.
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