Por Ryan G. Van Cleave
Recientemente terminé de escribir un “thriller” contemporáneo para jóvenes adultos (YA), y como suele suceder con un primer borrador, la historia estaba allí, pero aún no era ... excitante. Carecía de suspense. Sin embargo, eso tiene sentido, porque el primer borrador es donde los escritores se cuentan la historia a sí mismos. Esencialmente, en esta etapa van descubriendo cosas. Los próximos borradores están dirigidos a los demás, a los lectores, y es entonces cuando el suspenso realmente necesita incrementarse, a medida que contamos la historia a nuestra audiencia. Entonces, ¿cómo pueden nuestros procesos de revisión aumentar el suspenso de manera que los lectores no se sientan tentados a dejar el libro?
Estas son las estrategias que he estado utilizando con buenos resultados para hacer que mi thriller sea emocionante.
El poder de los relojes. Ninguna historia tiene tiempo para divagar cuando en ella hay algún tipo de cuenta regresiva. Los lectores se preguntarán continuamente: ¿llegará el héroe a tiempo? ¿Se resolverá el problema antes de [inserte aquí el desastre que ocurriría en un momento específico anticipado]? Ese cuestionamiento lleva a la preocupación, y la preocupación lleva al suspenso. Vea de nuevo la película High Noon(1) o lea el libro de Agatha Christie “Y no quedó ninguno (And Then There Were None)” para que vea cuán poderosa puede ser la restricción de tiempo.
Confíe en el “cliffhanger”(2). El autor más vendido del periódico USA Today, Don Bruns, admite que es fan del fallecido Edward Stratemeyer, uno de los escritores más prolíficos del mundo (con más de 1,300 libros publicados). "Tenía una solución simple pero efectiva para mantener a los lectores cautivados", dice Bruns sobre la mente detrás de The Rover Boys, Nancy Drew, The Hardy Boys, The Bobbsey Twins y otros. "Cada capítulo terminaba con una situación tensa". Deje las cosas sin resolver al final de un capítulo, de modo que los lectores DEBAN hojear más páginas para obtener la resolución que anhelan.
Mienta. Bruns señala que el diálogo también puede crear suspenso. ¿Cómo? Deje que sus personajes mientan: "Pequeñas mentiras, grandes mentiras: el lector sabe que son mentiras y quiere alertar a la persona que escucha: ‘¡Oiga, LE ESTÁN MINTIENDO!’"¿Qué va a pasar como resultado de la mentira? ¿Será descubierta pronto? Esas preguntas hacen que los lectores realmente profundicen en lo escrito.
Y un truco relacionado es dar a los personajes un secreto: ocultar la verdad ciertamente crea conflictos. ¿Y cuando finalmente se devela una verdad oculta? ¡Es algo portentoso!
Demasiado es demasiado. Hace años, una editora de buen corazón me escribió una nota generosa y útil de rechazo a una historia que yo había enviado a una revista de fantasía/ciencia ficción. En la nota me explicaba ella que mantener todo en ebullición todo el tiempo es tan fatal para una historia como que careciera en absoluto de emoción y suspenso. En primer lugar, los escritores necesitan entretener, me decía, así que hay que darles tiempo (a los lectores) para que recuperen el aliento antes de lanzarse de lleno a los momentos de acción y excitantes. Seguí su consejo, y con mi siguiente historia, elegí los momentos para poner en peligro al protagonista en lugar de mantenerlo en peligro constante de principio a fin. Y, como resultado, vendí esa historia, mi primera venta profesional de ficción.
Preguntas sin respuestas inmediatas. El autor superventas de novelas techno-thriller, David Hagberg, se basa en la idea de la tensión para expresar que los escritores pueden crear suspenso planteando una pregunta al lector y luego no respondiéndola de inmediato. No al final del capítulo. Y tal vez no por varios capítulos. "Pero nunca, nunca, nunca, pueden dejarse preguntas sin respuestas", advierte. "Al final, todo tiene que unirse y encontrarse en algún punto central".
Desconcierte a los lectores. Si el héroe tiene que lidiar con un enigma, un rompecabezas o un desafío, especialmente uno que surge de una serie de pistas, los lectores no tardan en hacer sus propias conjeturas a medida que avanzan. Piense en el Código Da Vinci de Dan Brown. Piense en Indiana Jones en Raiders of the Lost Ark. O en el torneo Tri-Wizard en Harry Potter y el Cáliz de fuego de J.K. Rowling. Piense en el Tesoro nacional (National Treasure).
Controle el Punto de vista. A muchos escritores les encanta poder penetrar en la cabeza de cualquier personaje en cualquier momento. Eso es genial, sin duda, ya que se puede configurar una situación en la que el lector sabe algo que un personaje no sabe, y eso hace que nos preocupemos por él/ella. Pero limitar el punto de vista a un solo personaje crea una poderosa inmediatez que puede dar sus frutos con un sentido más profundo de conexión. El miedo, la preocupación y la emoción se vuelven más intensos cuando nos ceñimos al mundo de un personaje en el que estamos profundamente interesados. Saltar de un personaje a otro obliga al lector a (re)forjar un sentido de conexión cada vez que sucede. Esa es una tarea difícil, incluso para los escritores más talentosos.
¡Sorpresa! Para aclarar: la sorpresa da al lector algo que no esperaba en absoluto (versus suspenso, que manipula las expectativas del lector con buenos resultados). La sorpresa es el arma secreta en mi kit de herramientas de escritor. Por ejemplo, en el borrador de mi novela, yo quería una escena en la que el personaje principal se reuniera con un hacker de renombre mundial en medio de una convención de Harry Potter para aprender más sobre un misterioso grupo de gobierno llamado Prometeo. No tenía yo idea de que un agente de operaciones negras iba a usar su rifle de francotirador para eliminar al hacker, en medio de una multitud de personas vestidas de Hogwarts(3), justo cuando este estaba a punto de revelar sus secretos. ¿Quién va a dejar de leer cuando el pirata informático de repente está fuera de combate y el tirador bien armado y claramente mortal persigue al personaje principal a través de una multitud de Dumbledores(4) y tropieza con un partido de Quidditch(5) en vivo? No yo como escritor. Y tampoco el lector, supongo. No es bueno excederse con las sorpresas. Pero una o dos bien ubicadas pueden mantener la historia avanzando.
La vida real no es muy rica en suspenso, por lo que es comprensible que los primeros borradores de las historias, tampoco estén llenas de suspenso que atraigan al lector. Pero si su proceso de revisión incluye el uso de tácticas probadas por el tiempo para atraer a los lectores y hacer que anhelen saber más, sus borradores finales se leerán en una sesión sin pausas, y los lectores se convertirán en fanáticos que esperarán ansiosamente su próxima historia.
Ryan G. Van Cleave es autor de 20 libros y colaborador frecuente de The Writer. Visítelo en ryangvancleave.com y onlypicturebooks.com
NOTAS DEL TRADUCTOR
(1) High Noon (en Argentina, A la hora señalada; en España, Solo ante el peligro), película con Gary Cooper como protagonista.
(2) Cliffhanger = Situación tensa, suspenso
(3) Hogwarts = El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería es una escuela de magia perteneciente al universo de Harry Potter.
(4) Dumbledore = Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore es un personaje de la saga de Harry Potter, creado por la escritora británica J. K. Rowling.
(5) Quidditch es el nombre de un deporte inventado, adaptado a la vida real, practicado por personajes del mundo mágico en la serie de novelas de Harry Potter, escritas por J. K. Rowling.
Artículo publicado por The Writer Magazine el 21 de octubre de 2019; traducido sin autorización por Isaías Ferreira.
Article published by The Writer Magazine on October 21, 2019; translated without authorization by Isaias Ferreira Medina, administrator of this blog.
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