Por BARBARA MARANZANI
1. Tolstói era un adicto a la superación personal
Inspirado en parte por las trece virtudes que Benjamín Franklin describió en su autobiografía, Tolstói creó una lista aparentemente interminable de reglas según las cuales aspiraba a vivir. Mientras que algunas parecen bastante accesibles para los estándares actuales (acostarse a las 10 y levantarse a las 5, con una siesta de no más de dos horas; comer moderadamente y evitar los alimentos dulces), otros ofrecen una idea de la lucha de toda la vida de Tolstói con sus demonios personales, como, por ejemplo, su deseo de limitar sus visitas al burdel a sólo dos al mes, y su autoadvertencia sobre sus hábitos ludópatas juveniles. Desde finales de su adolescencia, esporádicamente llevaba un “Diario de ocupaciones diarias”, registrando minuciosamente cómo pasaba el día y trazando claramente cómo pensaba pasar el día siguiente. Como si eso no fuera suficiente, también compiló una lista cada vez mayor de sus fracasos morales e incluso encontró tiempo para crear guías que gobernaran todo, desde escuchar música hasta jugar a las cartas, mientras estaba en Moscú.
2. La esposa de Tolstói ayudó a que 'Guerra y paz' llegara a la meta.
En 1862, Tolstói, de 34 años, se casó con Sophia Behrs, de 18, hija de un médico de la corte, pocas semanas después de que la pareja se conociera. Ese mismo año, Tolstói comenzó a trabajar en lo que se convertiría en Guerra y Paz, completando el primer borrador en 1865. Casi de inmediato, Tolstói se dedicó a revisar... y revisar... y revisar, siendo Sophia responsable de escribir cada nueva versión a mano (a menudo usando una lupa para descifrar los garabatos de Tolstói en cada espacio de la página, incluidos los márgenes). Durante los siguientes siete años, ella reescribió el manuscrito completo ocho veces (y algunas secciones individuales casi 30 veces), todo ello mientras daba a luz a cuatro de los 13 hijos de la pareja y administraba su patrimonio y sus asuntos comerciales.
3. La Iglesia Ortodoxa Rusa lo excomulgó.
Tras la exitosa publicación de Anna Karenina en la década de 1870, Tolstói, cada vez más incómodo con su origen aristocrático y su riqueza cada vez mayor, sufrió una serie de crisis emocionales y espirituales que finalmente lo dejaron cuestionando su creencia en los principios de la religión organizada, que consideraba como corrupta y en desacuerdo con su interpretación de las enseñanzas de Jesucristo. El rechazo de Tolstói a los rituales religiosos –y sus ataques al papel del Estado y al concepto de derechos de propiedad– lo pusieron en ruta de colisión con las dos entidades más poderosas de Rusia. A pesar de su linaje aristocrático, el gobierno zarista lo puso bajo vigilancia policial y la Iglesia Ortodoxa Rusa lo excomulgó en 1901.
4. Tolstói inspiró una secta... y a Gandhi.
Si bien los líderes religiosos y la realeza de Rusia esperaban disminuir la popularidad de Tolstói, este comenzó rápidamente a atraer adeptos a su nueva fe, que mezclaba el pacifismo con el anarquismo cristiano y abogaba por vivir un estilo de vida moral y físicamente ascético. Docenas de estos nuevos “tolstoyanos” se trasladaron a vivir en la estancia del autor para estar más cerca de su líder espiritual, mientras que otros miles establecieron asentamientos en Rusia y en todo el mundo. Si bien muchas de estas comunas duraron poco, algunas siguen operativas hasta el día de hoy, incluidas al menos dos en Inglaterra. Entre aquellos influenciados por las creencias sociales de Tolstói se encontraba Mahatma (también: Mohandas) Gandhi, quien estableció una colonia cooperativa que lleva el nombre de Tolstói en Sudáfrica y mantuvo correspondencia con el autor, atribuyéndole su propia evolución espiritual y filosófica, particularmente en lo que respecta a las enseñanzas de Tolstói sobre la resistencia pacífica al mal.
5. Tolstói y su esposa tuvieron uno de los peores matrimonios de la historia literaria.
A pesar de la atracción inicial de la pareja y de la inestimable ayuda de Sophia en su trabajo, el matrimonio de Tolstói estuvo lejos de ser sereno. Las cosas tuvieron un comienzo difícil cuando él la obligó a leer sus diarios, repletos de sus hazañas sexuales prematrimoniales, la noche antes de su boda. A medida que crecía el interés de Tolstói por los asuntos espirituales, su interés por su familia decaía, dejando a Sophia la carga de administrar sus negocios cada vez mayores y de navegar los estados de ánimo siempre fluctuantes de Tolstói.
En la década de 1880, con los discípulos de Tolstói viviendo en la propiedad familiar y el autor remendando sus propios zapatos y vistiendo ropa campesina, Sophia, cada vez más enojada, le exigió que le cediera el control de sus regalías editoriales, para no arruinar a su familia.
En 1910, el profundamente infeliz autor de 82 años ya había visto suficiente. Huyó de la casa familiar en mitad de la noche con una de sus hijas, con la intención de establecerse en una pequeña parcela de tierra propiedad de su hermana. Su desaparición causó sensación en los medios, y cuando apareció en una estación de tren unos días después, también lo hicieron un equipo noticioso (con una cámara a cuestas), una gran multitud y su esposa. Con su salud ya en mal estado, Tolstói se negó a regresar a casa y, después de contraer una neumonía, murió en su asentamiento rural el 20 de noviembre de 1910.
Traducido por Isaias Ferreira Medina del artículo “5 Things You May Not Know About Leo Tolstoy” publicado en History, Online
BIOGRAFÍA DE LEÓN TOLSTÓI
León Tolstói (nombre romanizado: Lev Nikoláievich Tolstói) fue un novelista ruso, considerado uno de los escritores más importantes de la literatura mundial. Sus dos obras más famosas, Guerra y paz y Ana Karénina, están consideradas como la cúspide del realismo ruso, junto a obras de Fiódor Dostoyevski.
Recibió múltiples nominaciones para el Premio Nobel de Literatura todos los años de 1902 a 1906 y nominaciones para el Premio Nobel de la Paz en 1901, 1902 y 1910; el hecho de que nunca ganó es una gran controversia del premio Nobel. (Seguir leyendo en Wikipedia)
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