Fragmento del prólogo a su libro “El infinito en un junco: la invención de los libros en el mundo antiguo”.
Como un relato de aventuras, en “El infinito en un junco” grupos de
jinetes, enviados por el rey Ptolomeo de Egipto recorren el mundo conocido en
el siglo III a.C, a la búsqueda de libros. El monarca quiere poner el colofón
póstumo al sueño de Alejandro Magno. El conquistador macedonio había levantado
una ciudad en el delta del Nilo, “la síntesis de Oriente y Occidente”, y quería
instalar allí la primera biblioteca del mundo: La Biblioteca de Alejandría. (Comentario introductorio, no de Irene Vallejo)