En 1980, el Premio Cervantes fue concedido al escritor uruguayo Juan
Carlos Onetti (Montevideo, 1909-Madrid, 1994). Y discurre el escritor, en
sus palabras de agradecimiento, por la “forma de humanidad, de amistad, de
cordialidad, de entendimiento” que ha encontrado siempre en España. Se
autodefine como “permanente segundón” y, por este motivo, define de
“quijotesca ocurrencia” la decisión del jurado de premiarle con tan
insigne distinción.
Onetti aprovecha su discurso para opinar sobre la obra cumbre de Miguel
de Cervantes, y destaca, entre sus muchas virtudes, el “ejemplo supremo de
libertad y de ansia de libertad” que, en esencia, es el Quijote.
Discurso íntegro de Juan Carlos Onetti