CINCO POEMAS DE CÉSAR ROMÁN (*)

1. LA PROMESA

Estaba muy enojado
por desplantes sucesivos;
con el pecho lacerado
por varios de tus olvidos.

La rabia me acompañaba,
la furia me estremecía,
el sobresalto empezaba
mientras mi alma se moría.

Y juré yo devolverte
el pañuelo que bordaste,
y pedirte que me dieras
el poema que inspiraste.

Y le prometí yo a Dios
no soñarme con tus besos,
nunca seríamos dos
le juraba con mis rezos.

Pero escuché tu llamada
y aquella meliflua voz.
Se escucharon campanadas
y entonces bendije a Dios.

Y cuando se abrió la puerta
que vislumbré tu figura,
mi mente quedó desierta
y rasgué tus vestiduras.

Se esfumaron mis estruendos,
se evaporaron agravios,
volvieron dulces recuerdos
con el néctar de tus labios…

— ¿Tú nada me has reprochado?
— Mejor te quito el abrigo
— ¿Pensé estabas enojado?
— Es que soy débil contigo.

Ya no recuerdo más nada;
solo que se paró el tiempo
y como en los cuentos de hadas
bailábamos en un templo.

Mientras tengas esa voz,
tus labios y tus destrezas,
ya le prometí a Dios
que no vuelvo a hacer promesas.

2. NO QUIERO EXTRAÑARTE

No quiero extrañarte
Ni pensar en las noches que bajamos la luna para ambos
Para devolverla con el alba.
No quiero pensar en las veces que me perdí en tu mundo…No sé si tú en el mío.
Ni en las calles que transitamos con miradas cómplices que revelaban nuestros dulces pecados.

No quiero extrañarte
Ni pensar en el viento cuando pretende seducirte
Ni en la brisa que me trae tu fragancia
Y me transfiere memorias de encuentros con sabor a salitre
Aquellos que marcaron para siempre espacios inferiores que no habían sido explorados…

No quiero extrañarte
Pero en vano he agotado mis esfuerzos
Porque estás en el silencio de las noches
En las tardes de lluvia que vivifican las corolas
En las pausas de esperanza que aguardo
Ante relojes lentos que no anuncian tu llegada.

No quiero extrañarte pero
Mis días sonríen cuando te pienso
Y veo el plumaje vaporoso de un ángel
Cuyas alas se expanden para protegerme
Entonces tengo que recordarte
Porque en ti simplemente caben todos mis sueños.

3. YO HE DE RECORDARTE

Yo he de recordarte
En todo momento
En noches y tintos
En viajes y vuelos
En bares, rincones
Sábanas, pañuelos
Está tu perfume
Junto a tu recuerdo.

Dejaste tu aroma
En cada paseo
Allí está tu imagen
Allí está tu sello
Te escucho, te palpo
No, yo no exagero
No fue algo ligero
Que se llevó el viento.

En mañanas tibias
Yo siento tu aliento
En tardes lluviosas
Veo tu reflejo
Allá por las noches
Estás en mis sueños
Y en las madrugadas
¡Cómo te recuerdo!

¡Cómo te quería!
Pero yo aún te quiero
No, no te sonrojes
Tú sabes que es cierto
Porque fue sublime
El amor es ciego
No puedo olvidarte
Por más que lo intento

Por eso te digo
Que aunque pase el tiempo
Ya mustias las cartas
Ya yo en otro puerto
Tu voz y tu esencia
Las veré en el viento
Y gritaré a solas
Lloraré en silencio
Y he de recordarte
Aunque yo haya muerto.

4. QUÉ BUENO QUE ROSA PARKS NO TENÍA FACEBOOK

Rosa Parks fue una señora
Hija de un buen carpintero
Famosa en el mundo entero
Por ser una luchadora
Ella fue una profesora
Que defendió su opinión
Sobre la segregación
Basada en sus ideales
Pues los motivos raciales
Sembraban separación.

Así una negra modista
En un autobús montada
Se mostró muy renegada
Con una actitud simplista
Sin querer ser anarquista
Le dijo: “Mucho lo siento,
Señor blanco, lo lamento
Con toda sinceridad
Hoy reclamo la igualdad
Yo me quedo en este asiento”.

Y vino la policía
La señora fue arrestada
Lucía desencantada
En la plena luz del día
Por si usted no lo sabía
Para apoyar su opinión
Se formó una asociación
Armaron unos “rebuses”
Hubo un boicot de autobuses
Llegó a una solución.

El gobierno tomó acción
Entonces debió abolir
Y tuvo que suprimir
Esa discriminación
Que nunca invita a la unión
Como demuestran los hechos
Y nos deja muy maltrechos
Y ahora pensarás tú
De haber tenido Facebook
No tuviéramos derechos.

5. MI PATRIA BUSCA UN HOMBRE HONESTO

Y la Patria ensanchó su espíritu para perseguir lo eterno
Y su noble alma voló espacios buscando el placer etéreo
Con ímpetu febril revolvió la gloria con su hermoso vuelo
Y escuchó en silencio murmurar sobre su soledad al pueblo
Y buscó en los mares de las libertades y de los derechos
Se reprochó los cálidos anhelos de su viajar isleño
Y así quiso llenar los surcos dignos con su corola al viento
Y poder encontrar quien le bese el alma sin tocarle el cuerpo.

(*) CÉSAR ROMÁN SASSONE

César Román Sassone nació en Santiago, República Dominicana. Luego de terminar sus estudios de Ciencias de la Educación, concentración en Lenguas Modernas en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra pasó a formar parte del cuerpo docente de esta universidad. Laboró también en la Universidad O&M, la Universidad APEC y la Universidad Tecnológica de Santiago. Más tarde fue coordinador de Relaciones Públicas de Empresas E. León Jimenes, donde fungió además como subdirector de la revista de esta empresa, “El Leoncito”.

Luego se trasladó a la ciudad de Nueva York donde inició sus estudios de maestría en Disturbios del Aprendizaje en Hunter College, pasando a trabajar como profesor de idiomas en Baruch College.

Líder del movimiento de autoayuda en la República Dominicana. Su estilo es refrescante y didáctico y se caracteriza por la naturaleza sutil y punzante de sus contenidos, los cuales mezclan lo poético, lo espiritual, lo psicológico y lo sociológico; creando escritos que no conocen fronteras y se proyectan en las coordenadas de lo eterno.

Es aficionado al baile, la pintura y los viajes.

Ha publicado las siguientes obras:

Vivir a plenitud, El camino hacia ti mismo, Padres e hijos, El pasajero del tren 7, Con un pie aquí y el otro allá, Conflé y mangú y El arte de vivir. Con un pie aquí y otro allá, y Conflé y mangú son de crítica social, género que ha cultivado últimamente.