Esta página recoge una biografía del narrador, poeta y periodista dominicano, Pedro Peix, nacido en Santo Domingo, el 20 de marzo 1952 y fallecido en Santo Domingo, el 12 de diciembre de 2015. A la biografía siguen enlaces electrónicos a diversos artículos sobre el celebrado escritor publicados en la Red.
Pedro Fernández Peix formó parte de la llamada nueva narrativa dominicana, que integraron escritores de la generación posterior a 1965. Fue muy activo en los debates intelectuales, y trabajó en diversos géneros, incluyendo la novela, el cuento y la poesía, en los que se destacó.
Cuentista, novelista y poeta. Nació en Santo Domingo el 20 de marzo de 1952. Hijo de Pedro Fernández Peix y María Isabel Pellerano, se licenció en Derecho por la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña en 1976.
En 1982 se desempeñó como director interino de la Biblioteca Nacional y, posteriormente, como subdirector de cultura de la Secretaría de Estado de Educación.
Fue columnista del periódico Listín Diario.
Recibió varios galardones en el concurso de cuentos de Casa de Teatro, entre ellos: segundo lugar con “La despedida” (1977), mención de honor con “Responso para un cadáver sin flores” (1978), segundo lugar con “Los hitos” (1979) y el primer lugar con “La quimera de la muerte” en 1992.
También obtuvo el Premio Nacional de Cuentos en 1977, con el libro “Las locas de la Plaza de los Almendros”. En 1981 publicó la antología de cuentos dominicanos “La narrativa yugulada”, considerada uno de los compendios más completos del género en el país. Articulista polémico, al final se dedicó a escribir una columna que circulaba fotocopiada por diversos puntos de la ciudad. La indiscutible calidad de su estilo lo convirtió en uno de los principales cuentistas dominicanos de las últimas décadas.
También publicó los libros “El placer está en el último piso” (novela, 1974); “Las locas de la Plaza de los Almendros” (cuentos, 1978); “La noche de los buzones blancos”, (cuentos, 1980); “El brigadier o la fábula del lobo y el sargento”, (novela, 1981); “Los despojos del cóndor” (novela, 1985); “Pormenores de una servidumbre” (cuento, 1985); “El parnaso de la memoria” (poesía, 1985); “La narrativa yugulada” (antología, 1981).
Fernando Ureña Rib, pintor e intelectual fallecido, escribió sobre la narrativa de Pedro Fernández Peix lo siguiente:
La escritura de Pedro Peix se inscribe (con las dificultades y riesgos propios de cualquier clasificación) dentro de lo que ha sido llamado la “nueva narrativa latinoamericana”.
Sin embargo, la diversidad de influencias asimiladas, rumiadas y regurgitadas en las páginas de Pedro Peix, si bien no son mínimas, son cuidadosamente entretejidas y artesonadas en la estructura y el desarrollo de sus obras, como si se tratara del delgado hilo de un recuerdo, o de un sueño donde se mezclan lo plausible y lo inimaginable.
Las obras de Peix, generalmente relatos, poseen lo que podríamos llamar dinámica del asombro. Esa dinámica que es la fuerza secreta tras la narrativa de Pedro Peix, quien subyuga al lector con rebeldías, sutilezas eróticas y los discretos encantos de un intelecto que inyecta e insufla todo lo que toca con una sabia dosis de sensualidad y de ironía.
Sensualidad asumida dentro de una cierta fatalidad inexorable, al borde mismo de un precipicio de locura o de miedo, de militares que aparecen de pronto en busca del guerrillero amante, en iguales y superlativos grados, de su mujer y de su patria.
El fin trágico es con frecuencia un elemento de choque, donde el verdadero protagonista es un destino subversivo que atrapa irremisiblemente a los personajes y no les da respiro hasta que huyen o mueren en una sociedad cruel e injusta. Lo que permanece en la obra de Peix es lo auténtico y rico de sus relatos que tratan con profundidad el tema de las relaciones del hombre solitario en una sociedad moldeada al gusto de unos cuantos.
En 2012, al recibir el premio Caonabo de Oro, Pedro Peix recibió un homenaje, en el que Andrés L. Mateo, su amigo, leyó la siguiente semblanza:
Palabras leídas por Andrés L. Mateo en la entrega del Premio “Caonabo de oro”
Me resulta muy agradable presentar esta brevísima semblanza del escritor Pedro Peix. Primero por la gran amistad que hace ya muchos años nos une, y segundo por una afinidad espiritual que hemos compartido en numerosas ocasiones hablando de nuestra pasión común: la literatura.
Pedro Peix es un escritor de una ya larga producción creativa, que incluye libros de poesía como “El paraíso de la memoria”; libros de cuentos como “Las locas de la plaza de los almendros”, “La noche de los buzones blancos”, “Pormenores de una servidumbre”, “Los despojos del cóndor”, “El fantasma de la calle El Conde”, “El amor es el placer de la maldad”, etc. Y novelas como “El placer está en el último piso”, “El brigadier o la fábula del Lobo y el sargento”, “El clan de los bólidos pesados”; así como su estudio “La narrativa yugulada”; y muchos otros cuentos y novelas, premiados incluso y no publicados, como su novela “La tumbadora”, o “Contracanto para insurgentes y retadores “.
Estamos hablando, pues, de un escritor consagrado, de un sólido nombre de la literatura dominicana contemporánea, cuya obra ha trascendido nuestra frontera. Y quisiera señalar un aspecto que es necesario aclarar en la literatura dominicana contemporánea: Pedro Peix no es solo un gran escritor por la calidad de su prosa, el magnetismo de su ritmo narrativo, su dominio de la lengua, y esa capacidad asombrosa de construir mundos imaginarios; sino también porque él encarna el narrador dominicano de los últimos años cuyas propuestas formales significan una transformación de la práctica de la escritura. Nadie como él ha arriesgado con éxito tantos planos formales en la narrativa, y es por ello que su influencia se despliega potente entre muchos otros escritores.
Hace ya poco más de treinta años, yo tuve la suerte de escribir un prólogo para su libro de cuentos “Las locas de la plaza de los almendros”. Yo conozco sus pasiones por la literatura, sé de su amplia cultura y de su conocimiento de la literatura universal, son muchos los que se sorprenderían del número de libros de su biblioteca y de su pasión por la lectura; pero sobre todo su perfil de escritor y de intelectual dedicado, como signo emblemático de su vida. A quien la Asociación Dominicana de Periodista y Escritores reconoce hoy es a un verdadero intelectual, a un escritor de estirpe, a una figura imprescindible de la literatura nacional: al escritor Pedro Peix.
Pedro Peix falleció en Santo Domingo, el sábado 12 de diciembre de 2015.
ENLACES DIVERSOS
1. Pedro Peix, ¡Príncipe de la narrativa dominicana!
Por Tony Raful
TONY RAFUL HABLANDO DE PEDRO PEIX
[…] Pedro escribió, “La narrativa yugulada”, el más completo inventario de la cuentística nacional, con una ficha y reseña crítica de primera calidad. Su cuento “El fantasma de la calle El Conde”, es evidentemente autobiográfico.
[…] Pedro Peix era de oficio y de vida escritor, pero mucha gente no sabe que escribió “El Paraíso de la Memoria”, un texto poético de elevada inspiración creadora y riguroso accionar de estilo, donde las metáforas guiaban la expresión poética con una fuerza que establecía valor literario y sobre todo, ponía al descubierto el poeta que era y su reciedumbre cultural. “Pormenores de una servidumbre” es un relato formidable de la dictadura trujillista, en el horror, las duplicidades, en la vesania. Con un estilo innovador, de planos expresivos diferentes, esta narración tiene la dimensión, tanto en lo artístico, forma y contenido, de una pieza memorable. Puede ser en términos históricos, el legajo probatorio de la atmósfera del terror del trujillato, con la intensidad requerida ante el tribunal de la historia, escrito por un esteta, por un Príncipe de la palabra.
2. Pedro Peix: “Un nihilista, negado a ser feliz solo por estar vivo"
Por Carlos Sangiovanni
3. Pedro Peix en la narrativa latinoamericana
Latin Art Museum
4. El fantasma de la calle el conde (cuento)
Cielo Naranja
5. Pedro Peix
Por Ángela Peña
6. Pedro Peix
Por Wilfredo Mora
7. Pedro Peix: anécdota, obra y leyenda
Por José Rafael Lantigua
8. Pedro y Cartas a Evelina
Por Andrés L. Mateo
Publicado el 17 de diciembre, 2015
9. Pedro Peix: Otra forma de nombrar la nostalgia
Un dandy, al estilo Lord Byrond, un príncipe de la palabra, un narcisista, un bacante, misógino, temerario y de temer, lujurioso, paradójico y maldito, al estilo Celine, irreverente y escandaloso, desdeña el reconocimiento, abomina de los espíritus intelectuales rendidos ante las mieles envenenadas del poder.
Por Ángela Hernández
13 de diciembre de 2015
miércoles, 13 de junio de 2018
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