Fragmento de una entrevista hecha a García Márquez por Plinio Apuleyo Mendoza, en 1972
[…]
PAM: -Veo que no tienes en casa muchos libros. Casi nunca has tenido muchos. ¿Por qué?
GGM: -Tengo un enorme desprecio por los objetos, y no hago excepción con los libros. Mis únicas propiedades son mis aparatos de música. Los libros, una vez leídos, los regalo, pues siempre estorban en la casa, son feos y mal resueltos como elementos de decoración, y cuesta mucho llevarlos de viaje. Mario Vargas Llosa, que tiene por los libros un respeto sagrado, se crispó cuando le contaron que mi mujer quería leer un libro que yo no había terminado, y resolví la situación de un modo práctico: cada vez que terminaba una hoja la arrancaba del libro y se la pasaba a ella.
PAM: -Pero supongo que habrá alguno que te interese guardar…
GGM: -Si un libro me interesa de nuevo lo vuelvo a comprar, lo vuelvo a leer y lo vuelvo a regalar. Edipo Rey lo he comprado infinidad de veces en el mundo entero y hoy no lo tengo. Los libros de Pablo Neruda me han costado la mitad de la vida. Mi biblioteca personal se reduce a unos pocos volúmenes que me gusta releer, pero que no son los mismos todas las épocas.
PAM: -¿Cuáles son los más constantes?
GGM: -Los más constantes son Conrad y Saint Exupery, y no tengo nada de Tolstoi, aunque creo que la mejor novela que se ha escrito es La Guerra y la Paz.
[…]
Extracto transcrito de la revista “Libre”, editada en París. Publicada en el Nº 3, marzo, abril, mayo, 1972.
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