Por Roberto Guzmán
El verbo chubar es una creación del hablante de español dominicano
En los diccionarios de español general o internacional no es posible encontrar
el verbo del título. En el “Diccionario de americanismos” de la
Asociación de Academias de la Lengua Española sí aparece este verbo,
pero consta escrito con una uve /v/ para representar el sonido entre la
letra U y la A. Al final, que se articule de un modo o de otro es una sutileza
articulatoria que ya no se estimula.
No hay que extrañarse que algo como esto ocurra. Hay que pensar que una
representación gráfica u otra se use es indiferente en este caso porque el
sonido es el mismo. En el pasado se alentó la diferencia de pronunciación
entre las dos consonantes, “be” /b/ y “uve” /v/. Este no es el espacio
para entrar en detalle acerca de esto. Además, este verbo, “chubar”, pertenece
al habla y muy pocas veces se encontrará en forma escrita.
El verbo es una creación del hablante de español dominicano. No se conoce en
ninguna otra variedad de español. Todo dominicano sabe que este verbo sirve
especialmente para “incitar a los perros a atacar”.
Expresa la idea de instigar a que animales o personas luchen o a para
crear animadversión entre estos.
Quien produce estas observaciones acerca del habla opina que este verbo,
chubar, es onomatopéyico. Deriva del sonido con que se incita a los perros al
ataque, ¡chu, chu! O al sonido que se emite con los labios proyectados,
expulsando el aire de manera forzada, con la mandíbula casi cerrada.
Este sonido se usa también para incitar a las bestias a caminar, avanzar
o acelerar el paso.
El verbo “chubar” figura en “Criollismos”, la obra de R. Brito de 1930,
con un sinónimo que se ha adoptado desde esa fecha en forma de acepción,
azuzar. Aparece en esa obra con la grafía “chubar”. En “El español de Santo
Domingo”, P. Henríquez Ureña lo escribe con uve, “chuvar”. Desde
esa fecha en adelante las personas que se han ocupado del verbo lo han escrito
con “be” /b/. Solo el “Diccionario de americanismos” en época más reciente lo
representa con “uve” /v/.
Hay que resaltar que D. Manuel Patín Maceo no introdujo este verbo en
sus obras; en lugar de eso colocó la orden “¡chúbale! Voz para azuzar perros”.
La obra “De nuestro lenguaje y costumbres” (1967:49) inserta la voz “chubái”.
Esa representación con la /i/ es fiel a la pronunciación de la zona del Cibao
en esos años. A su lado pone “chubar” y escribe, “Azuzar los perros. Incitar a
pelear a dos personas”.
Más arriba se escribió que “chubar” es una voz con rasgos fonético
onomatopéyicos. Para sostener este aserto se repasaron los lexicones de voces
antiguas de la lengua española; luego los del portugués y el francés. Por
último, se recurrió al inglés. En esa lengua se encontró el verbo transitivo
“shoo” que en esa lengua se usa para ahuyentar, mandar, echar. Se piensa que
de allí proviene el “chubar” dominicano. Justo es reconocer que esa
explicación constaba ya en “Aiguna palabra dominicana” (2015:75),
“(Probablemente del inglés shoo” [espantar animales] durante la ocupación
americana del 1916), o del español “chus”, voz que se usa para llamar el
perro”.
La voz en estudio figura en el “Diccionario del español dominicano”
(2013:182). “Incitar a pelear a alguien en contra de otra persona. Azuzar a un
animal contra una persona u otro animal”. Vienen estas acepciones acompañadas
de una cita de la literatura dominicana y un ejemplo de uso respectivamente.
Tomado de Acento.com.do
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