viernes, 19 de agosto de 2022

TENSIÓN Y PERSUASIÓN

Julio Cortázar conversa con Luis Harss, autor de “Los nuestros”
Fragmento 

[…]
La fuerza persuasiva de un cuento, dice Cortázar, está en razón directa a su tensión interna. Cuanto mayor la tensión, mejor será la trasmisión de vivencias. "No puedo explicar cómo se consigue esa trasmisión de vivencias, pero sé en todo caso que sólo se logra mediante una ejecución despiadada del cuento, es decir, con un máximo de rigor potenciado por un máximo de libertad. Es decir, yo me he visto a mí mismo escribiendo a una gran velocidad, sin tener después que corregir mucho, pero esa velocidad no tenía nada que ver con la preparación del cuento. En esos casos sé que siempre había estado concentrándome, echándome hacia atrás, y eso me daba más impulso en el momento de escribir el cuento. La tensión no es una tensión de ejecución,  aunque naturalmente quede prisionera en la trama del  relato y actúe luego sobre el lector. La tensión en sí es previa al cuento. A veces hay seis meses de tensión para que después, en una noche, se escriba un largo relato. Yo creo que eso se nota en algunos de mis relatos. En los mejores hay una carga, una especie de dinamita." "Estructuras", los llama Cortázar. Las palabras no son más que piedras de toque en estos cuentos, que se leen entre líneas. El lenguaje, sobre todo en Bestiario, es de una sencillez total. No hay rebuscamientos ni contorsiones estilísticas. La superficie es nítida y cristalina. Pero por debajo corren fuerzas opacas que llevan a una silenciosa catarsis en la que hay a la vez alivio y desbordamiento. […]

Harss, Luis. Los nuestros, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, Argentina; Tercera Edición. 1969. Pp. 271-272.

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