LO NO DICHO (UNSAID)
La experiencia vivida
pasa por dentro en gran parte.
No por haber quedado sin decirse
son menos reales
los diarios de la pena,
los temerosos sufrimientos
del amor no reconocido.
Siempre ocultamos
más de lo que nos atrevemos a confesar.
Pensemos en las cartas
escritas a nuestros muertos. ~
PALABRAS (WORDS)
El mundo no necesita de palabras. Sabe expresarse
en luz solar, hojas y sombras. Las piedras en el sendero
no son menos reales por yacer
sin que nadie las catalogue ni las cuente.
Las hojas desenvueltas sólo hablan el dialecto del puro ser.
El beso es siempre beso por completo. No hacen falta palabras.
Y una palabra se transforma en algo menos o en otra:
Casto, ilícito, superficial, conyugal, furtivo.
Aun al llamarlo beso traicionamos el agitarse de las manos
que recorren la piel o se aferran a un hombro,
el lento arquearse del cuello o la rodilla,
el silencioso encuentro de las lenguas.
Sin embargo, las piedras se vuelven menos reales
para quienes no pueden nombrarlas ni leer
las mudas sílabas sepultadas en el sílice.
Ver una piedra roja es menos que verla como jaspe,
metamórfico cuarzo, pariente del pedernal que los kiowa
tallaron como puntas de sus flechas.
Nombrar es conocer y recordar.
La luz del sol no necesita elogios cuando punza
las nubes de la lluvia, cuando pinta
de claridad las piedras y las hojas y al final
disuelve cada gota luminosa en las nubes que la engendraron.
La luz del día no necesita elogios
y sin embargo siempre la elogiamos
—es mayor que nosotros y que todas
las ligeras palabras que reunimos. ~
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Editada por El Tucán de Virginia en 2010, «La escala ardiente» es una antología del poeta estadounidense Dana Gioia (nacido en 1950) en la que participaron como traductores José Emilio Pacheco, Elsa Cross y Jennifer Clement, entre otros.
D. R. ©️ Herederos de José Emilio Pacheco.
En la foto: Dana Gioia.
Dana Gioia, in the Poetry Foundation
WORDS (PALABRAS)
Dana Gioia
1950 –
The world does not need words. It articulates itself
in sunlight, leaves, and shadows. The stones on the path
are no less real for lying uncatalogued and uncounted.
The fluent leaves speak only the dialect of pure being.
The kiss is still fully itself though no words were spoken.
And one word transforms it into something less or other--
illicit, chaste, perfunctory, conjugal, covert.
Even calling it a kiss betrays the fluster of hands
glancing the skin or gripping a shoulder, the slow
arching of neck or knee, the silent touching of tongues.
Yet the stones remain less real to those who cannot
name them, or read the mute syllables graven in silica.
To see a red stone is less than seeing it as jasper--
metamorphic quartz, cousin to the flint the Kiowa
carved as arrowheads. To name is to know and remember.
The sunlight needs no praise piercing the rainclouds,
painting the rocks and leaves with light, then dissolving
each lucent droplet back into the clouds that engendered it.
The daylight needs no praise, and so we praise it always--
greater than ourselves and all the airy words we summon.
Copyright © 2001 by Dana Gioia. Reprinted from Interrogations at Noon with the permission of Graywolf Press, Saint Paul, Minnesota. All rights reserved.
UNSAID (LO NO DICHO)
So much of what we live goes on inside–
The diaries of grief, the tongue-tied aches
Of unacknowledged love are no less real
For having passed unsaid. What we conceal
Is always more than what we dare confide.
Think of the letters that we write our dead.
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