Reseña por Paty Rogel
El Club de la Lectura
Hablemos hoy del maravilloso ensayo “Todos deberíamos ser feministas” de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. Este libro contiene argumentos que invitan a pensar en el feminismo como una lucha tanto de mujeres como de hombres
Fue publicado en el año 2015, en él se combina elegancia y buen gusto ejemplificando las desigualdades entre hombres y mujeres.
• «Una vez yo estaba hablando de cuestiones de género y un hombre me dijo "¿Por qué tienes que hablar como mujer? ¿Por qué no hablas como ser humano?". Este tipo de preguntas es una forma de silenciar las experiencias concretas de una persona. Por supuesto que soy un ser humano, pero hay cosas concretas que me pasan a mí en el mundo por el hecho de ser mujer. Y aquel mismo hombre, por cierto, hablaba a menudo de su experiencia como hombre negro. (Y yo tendría que haberle contestado: "¿Por qué no hablas de tus experiencias como hombre o como ser humano? ¿Por qué como hombre negro?»
El feminismo aun es un tema difícil de abordar, para algunos es una falsa lucha que afianza más al hombre en una sociedad machista, pues cuando las mujeres asumen roles, trabajos o tareas asignados al género masculino, sin dejar de lado las tareas consideradas propias del género femenino, los hombres tienden a relajarse e, incluso, volverse más machistas. Eso es así porque los hombres no solo quieren llevar las riendas en el hogar y evitar las tareas de la casa, además pretenden que las mujeres traigan el pan a la casa y se encarguen de los niños, aprovechándose de esa lucha de las mujeres de ser reconocidas, respetadas y dignificadas, pero tras esta lucha, las mujeres han permitido que algunos hombres continúen sobrecargando labores a las mujeres bajo la excusa de que ellas son feministas. Y se equivocan.
• «El feminismo no busca que hombres y mujeres sean iguales. Si los hombres y las mujeres fueran iguales, no tendríamos sexismo. Nosotros solo constatamos las diferencias y la gente debería dejar de designar un valor negativo a los atributos que poseen las mujeres. No es que hombres y mujeres sean iguales, sino que ambos son igualmente humanos».
Suele ocurrir que no entendemos debidamente lo que es ser feminista y este libro es un interesante recurso para comprender el tema de una forma práctica, como una charla común entre un hombre y una mujer de la era moderna, que ayuda mucho a hacer justicia de los conceptos y perspectivas de cualquier mujer, sin distinguir raza, edad, ni ninguna otra condición que la deje en desventaja con respecto a los hombres.
Basado en una charla TED (Tecnología, entretenimiento y diseño) que la autora sostuvo con un amigo, y de la que surgió este ensayo que hace una aportación valiosísima al tema.
Bien vale dar oportunidad a la autora para expresar por el género femenino y desde su vivencia personal lo que le ha significado ser mujer en esta era, sin dejar de lado lo que nos ha contado la historia, sobre la forma en que hombres y mujeres nos hemos posicionado y reposicionado.
• «La historia única crea estereotipos. El problema con los estereotipos no es que sean mentira, sino que sean incompletos».
Con la lectura de este libro nos enfrentaremos a los prejuicios que existen sobre las feministas que, como todos los prejuicios, están equivocados y provienen del comportamiento de ambos géneros. Pero lo que más me impresiona es entender la facilidad con la que se pueden superar esas barreras, pues todo el entramado existencial del feminismo descansa en la correcta interpretación de la palabra igualdad, pero igualdad en serio. Este término debe ser visto desde cualquier punto de vista: laboral, profesional, personal, educativo, social, económico, político, etc.
• «Muchos pensamos que cuanto menos femenina se vea una mujer, más probable es que la tomen en serio. Un hombre que va a una reunión de trabajo no se pregunta si se lo van a tomar en serio en base a la ropa que lleva puesta, pero una mujer sí».
Según expone Chimamanda Ngozi Adichie, tanto mujeres como hombres somos iguales, quitando, por supuesto, las diferencias biológicas que son más que obvias. Por lo tanto, debemos ser tratados con las mismas condiciones, el mismo respeto y un ideal común, que a fin de cuentas es ser feliz. Pero es aquí donde recaen los principales obstáculos que hacen que no seamos iguales: a unos se les motiva a la independencia, al coraje y a la aventura, mientras que a otras se les obliga a seguir la cordura, la estabilidad y la sumisión.
Tal como reflexiona la autora, el hombre sí puede perseguir sus sueños, pero las mujeres solo pueden lograr los suyos si tienen a un hombre “bueno” que las guíe en el camino, ya sea el marido, el jefe o el padre. Si el hombre se mete en problemas, no es reprimido como sucedería si fuese una mujer.
«Todos deberíamos ser feministas» es un libro para leerse con una buena bebida que despeje las ideas, que haga pensar en esa fortaleza que anida en hombres y mujeres, sin distinción, hay una razón interesante dentro del libro del porqué esto de “beber algo fuerte” no es una mala idea.
Chimamanda nos dice que desde pequeños se nos enseña a que un género debe sobresalir y el otro debe obedecer, algo que genera conflictos, ideas extremistas y prejuicios, además hace referencia a esas falsas concepciones que indican que las feministas no se bañan, no se afeitan, no le gustan los hombres ni los perros, y otras tonterías que se pudieran evitar si tan solo enseñáramos tanto a hombres como mujeres (desde pequeños) a tener aspiraciones sin distinción de su género, a ser los mejores, a no discriminar; en pocas palabras, a ser iguales.
• «Hoy me gustaría pedir que empecemos a soñar con un plan para un mundo distinto. Un mundo más justo. Un mundo de hombres y mujeres más felices y honestos consigo mismos. Y esta es la forma de empezar: tenemos que criar a nuestras hijas de otra forma. Y también a nuestros hijos».
La autora nos ofrece una base firme para empezar, que personalmente apoyo desde que leí «Todos deberíamos ser feministas». Muy probablemente, al igual que yo, luego de la lectura de este libro, muchas personas sean mujeres u hombres, se sumarán a la lucha por la igualdad.
• «En un momento dado llegué a ser una feminista feliz africana que no odia a los hombres y a quien le gusta llevar pintalabios y tacones altos para sí misma y no para los hombres».
Este es un interesante libro escrito a partir de un lenguaje elocuente y perspicaz, sobre el cómo y por qué ser feminista en la sociedad del siglo XXI, basado en el papel de la mujer actual sus derechos, sus razones, el respeto que merece, todo esto para crear un mundo más justo.
Un ensayo fresco, desarrollado a partir de un estilo claro, directo y con gran sentido del humor.
«Todos deberíamos ser feministas» de Chimamanda Ngozi Adichie.
Ensayo sobre feminismo.
Intenso, realista, fascinante.
SOBRE CHIMAMANDA NGOZI ADICHIE
Celebremos a Chimamanda Ngozi Adichie, escritora, poeta, novelista y profesora nigeriana.
Nació el 15 de septiembre de 1977 en la aldea de Abba, Enugu Nigeria. Quinta hija del matrimonio de la etnia igbo formado por Grace Ifeoma y James Nwoye Adichie. Pasó su infancia en la ciudad de Nsukka, sede de la Universidad de Nigeria. Su madre era secretaria académica y su padre profesor por lo que Chimamanda creció en una familia de clase media ilustrada.
Desde niña leyó literatura inglesa y norteamericana. Cuando empezó a escribir, sus cuentos tenían protagonistas rubios que jugaban en la nieve, porque eso era lo que había leído hasta entonces. Pero luego fue incorporando elementos y personajes africanos a sus historias, influida principalmente por el gran escritor nigeriano Chinua Achebe.
A los 19 años se ganó una beca para estudiar en Estados Unidos. A los 26 publicó su novela “La Flor Púrpura” (2003) que obtuvo gran éxito y reconocimiento. Luego vinieron “Medio Sol Amarillo” (2006), “Algo Alrededor de tu Cuello” (2009) y “Americanah”, su última novela con la cual ganó el Premio de la Crítica Estadounidense en 2013.
Con el ensayo “Todos Deberíamos ser Feministas” (2015) terminó de posicionarse como referente social y femenino. Su charla, que lleva el mismo nombre, acumula más de cuatro millones de visitas en YouTube.
Su literatura trata temas complejos; habla de machismo, violencia y discriminación. De relaciones interraciales, identidad y amor. Escribe de su África, pero también de Estados Unidos y un tipo de racismo camuflado que a ella le ha tocado vivir. Algunos profesores universitarios le sugirieron en su momento que sus relatos fueran más “africanos”, es decir, más miserables, más cruentos y sangrientos. Sus compañeros se sorprendieron con su buen inglés, siendo que ese es el idioma oficial en Nigeria.
Estos prejuicios los incorpora en sus novelas con humor y agudeza.
Ha recibido premios y reconocimientos como el premio de la BBC Concurso de Cuento 2002, el Premio de Cuentos David T. Wong Internacional 2002/2003 (premio PEN Center), el premio al mejor primer libro por su novela “La flor púrpura” (2003), el Premio Orange de Ficción (2007), por la novela “Medio sol amarillo”, el premio Chicago Tribune Heartland Prize (2013), por la novela “Americanah”., el Premio del Círculo de Críticos Nacional del Libro (2013), por Americanah.
En 2021 ha sido reconocida por la BBC como una de las 100 Mujeres inspiradoras e influyentes de todo el mundo, luego de la publicación de su ensayo “Todos deberíamos ser feministas”.
Sus obras más recientes son: “Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo” (2017) y “Sobre el duelo” (2021).
Chimamanda Ngozi Adichie divide su tiempo entre la vida académica en Estados Unidos y Nigeria donde dicta talleres de escritura en la sede del Fondo Farafina que creó con su editor nigeriano para impulsar la lectura y la escritura en su país.
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