domingo, 12 de octubre de 2025

MITOS, FÁBULAS Y LEYENDAS - 2

(Resumen)

En la República Dominicana, la Ciguapa es una criatura mitológica femenina con pies volteados hacia atrás, una larga cabellera y una belleza cautivadora, que vive en las montañas y sale de noche para embrujar a hombres solitarios y llevarlos a su escondite. Aunque a veces se le considera benévola, en otras versiones es un presagio de muerte y su hipnotizante mirada o su canto atractivo seducen a los incautos, que desaparecen para siempre o son devorados.
     Pies invertidos: 
Su rasgo más distintivo es que sus pies están volteados hacia atrás, lo que le permite moverse fácilmente por terrenos difíciles dejando huellas confusas. 
     Belleza y encanto: 
Se la describe como una mujer de gran belleza, con ojos cautivadores, con cabellos largos y sedosos que cubre su cuerpo, que algunas leyendas describen como su única vestimenta, lo que la hace irresistible para los hombres que la encuentran.
     Voz seductora: 
No habla, pero emite jipíos o cantos que atraen a los hombres, quienes nunca regresan después de seguirla. 
     Hábitat: 
Habita en las montañas y bosques remotos de la República Dominicana, saliendo de sus guaridas (cavernas o cuevas) en las noches. 
Comportamiento y Leyendas
     Naturaleza ambigua: 
Algunas leyendas la presentan como cruel, buscando atraer a los hombres para seducirlos o incluso matarlos, mientras que otras la describen como solitaria, tímida e inofensiva.
     Atrae hombres: 
Las leyendas cuentan que la Ciguapa se aparece a hombres que caminan solos por la noche, a quienes hipnotiza con su mirada y sus lamentos para llevarlos a su guarida. 
     Se alimenta: 
Algunas historias indican que invade cocinas para robar comida o que se alimenta de aves, peces y frutas. 
     Poderes mágicos: 
Se cree que posee habilidades sobrenaturales o poderes mágicos que la hacen elusiva y le permiten escapar de quienes intentan atraparla; su naturaleza es solitaria y reacia al contacto humano. 
     Origen y difusión: 
Aunque sus orígenes son inciertos, se cree que es una mezcla de mitos taínos, europeos y africanos, pero hay quienes la consideran una leyenda más reciente, con posibles influencias de mitos de sirenas y otras criaturas míticas europeas o de la India, popularizada en la literatura dominicana a través del cuento "La Ciguapa" de Francisco Javier Angulo Guridi en 1866, y posteriormente por Juan Bosch, pero su historia se ha popularizado a través de canciones y el conocimiento popular. 
     Símbolo de muerte: 
En algunas versiones, su aparición se considera un presagio de muerte. 
Para capturarla
     Persecución: 
Una vieja creencia dice que para atrapar a la ciguapa es necesario rastrearla durante una noche de luna llena, utilizando un perro que sea cinqueño (con más dedos de lo normal, usualmente seis dedos en cada pata) y de color blanco y negro. 
Variantes de la leyenda
     Sedición y peligro: 
En su faceta más malévola, la ciguapa atrae a hombres solitarios al bosque para tener relaciones sexuales con ellos antes de matarlos. 
     Inocencia: 
Otras versiones la describen como una mujer indígena tímida e inofensiva, que se esconde en la selva y que su principal preocupación es alimentarse de lo que encuentra en la naturaleza. 
     Adaptaciones modernas: 
En la actualidad, en algunas leyendas más recientes y modernas, la ciguapa es vista como una bruja caníbal, una representación influenciada por películas de terror. 
El Mito en la Cultura Dominicana
     Advertencia: 
La leyenda funciona como una advertencia para que los hombres no se dejen engañar por la belleza femenina y no se dejen seducir ciegamente por cánticos cautivadores. 
     Presencia en el folklore: 
La ciguapa es una figura recurrente en la imaginación popular, con referencias en canciones, como la de ChiChi Peralta, y en cuentos, incluso por autores como Julia Álvarez y Leibi Ng.
     Miedo y fascinación: 
Genera una mezcla de miedo y fascinación, y se mantiene viva en la cultura dominicana a través de relatos orales y medios de comunicación. 

ENLACE: Monte Secreto, blog de Leibi Ng
Aquí se compila cuanto de la ciguapa se cuenta, atendiendo al llamado del maestro Manuel Mora Serrano, quien enseña que es la auténtica leyenda dominicana y como tal, bandera de dominicanidad.

ENLACE: EL SUEÑO DE MECHO. Un cuento sobre la ciguapa, una leyenda de la República Dominicana, por Leibi Ng

ENLACE: La ciguapa, Wikipedia

ENLACE: La Ciguapa y el Galipote, artículo por Eulogio Santaella, en acento.com.do


LA CIGUAPA

La ciguapa es un personaje mítico que vive en el corazón rural de la República Dominicana, especialmente en las regiones montañosas. Aunque también se habla de ciguapas en Holguín, Cuba, parece que es un personaje típicamente dominicano y que habría sido llevado allí por los dominicanos que fueron a luchar por la Independencia cubana.

[Según la leyenda] las ciguapas son mujeres de tez morena con ojos negros rasgados y con el pelo negro, suave y lustroso. El pelo es tan largo que llega a constituir su única vestimenta. Para algunos son pequeñitas, con el cuerpo desproporcionado, mientras que para otros tienen piernas largas y delgadas. Incluso algunos dicen que su piel es azul.

Pero lo que verdaderamente distingue a la ciguapa “moderna” es que tiene los pies al revés, dirigidos hacia atrás, al igual que el Curupí guaraní y la Churel hindú.

Suelen salir de noche de los bosques y cuevas donde residen en nuestras montañas, emitiendo un gemido suave (hipido, corrientemente pronunciado jipido o [jipío]), que es su único medio de comunicación vocal. Son inofensivas, muy tímidas y temen a los humanos. Atraen a los caminantes de sexo masculino, los que desaparecen luego de haber sido seducidos.

Pueden atraparse en una noche de luna llena con el auxilio de un perro manchado (blanco y negro) y que sea “cinqueño” (polidactílico), es decir que tenga cinco dedos (pero la mayoría de las personas cree que los perros solamente tienen cuatro dedos). Por esas condiciones, se puede decir que es prácticamente imposible atrapar las ciguapas.

Tomando la clasificación griega de las ninfas, las ciguapas podrían ser Oréades (ninfas de los montes y montañas) o, más bien, Napeas o Napías (ninfas de los valles de montañas y cañadas, tímidas pero alegres).

Aunque se desconoce el origen de este personaje, los indicios llevan a pensar que no es muy antiguo. La primera referencia es la de Francisco Javier Angulo Guridi, quien en 1866 escribió la tradición o leyenda “La Ciguapa”, que él llamó “novela”. Nadie sabe de donde obtuvo las informaciones para dicha obra: si es creación suya o relata una historia escuchada. Interesante es que no dice que las ciguapas tengan los pies al revés por lo que se ve que esto es algo añadido posteriormente.

Las ciguapas no aparecen entre los mitos y leyendas taínos narrados por fray Ramón Pané ni otros Cronistas de Indias ni tampoco aparecen representadas en los petroglifos o en la alfarería arawaca. Este hecho, junto con la tardía aparición escrita del personaje, demuestra que no era parte de la tradición taína. Su semejanza con el Curupí o Curapa guaraní (aunque solamente en cuanto a los pies) debe considerarse solamente como una semejanza; es poco probable que esa tradición haya llegado en tiempos modernos a la República Dominicana, sobre todo teniendo en cuenta las diferencias notables entre los dos personajes míticos.

Incluso el nombre, que algunos creen que es taíno, proviene del créole Zi gouape (en francés “Petit gouape” – pequeño bribón). Pero ese es un monstruo masculino, muy diferente a las ciguapas.

También se ha propuesto la hipótesis de que tenga un origen africano. El problema está en el desarrollo tardío de la leyenda y su ausencia en otras poblaciones afroamericanas, incluyendo Haití.

Tal como dice el antropólogo Marcio Veloz Maggiolo, el rastro de la ciguapa quizás pueda seguirse hasta la India: la churel que menciona Rudyard Kipling en su novela Kim. En esta novela, Kipling describe a la churel: “Una churel es un fantasma peculiarmente maligno de una mujer que murió en la cuna. Ella ronda por los caminos solitarios, sus pies torcidos y dirigidos hacia atrás en los tobillos, y lleva a los hombres para tormentarlos.”

En su obra My Own True Ghost Story, Kipling dice: “También hay terribles fantasmas de mujeres que murieron en la cuna. Estas erran por los caminos al atardecer, o se ocultan en los cultivos cerca de un poblado, y llaman seductoramente. Pero responder a su llamado es muerte en este mundo y en el siguiente. Sus pies están torcidos hacia atrás de manera que todos los hombres sobrios pueden reconocerlas.”

Si tenemos en cuenta que la descripción más corriente que se hace de las ciguapas, que es una idealización de las mujeres taínas, se ajusta bastante a la de las mujeres hindúes, esta hipótesis de un origen oriental tiene mucho peso, más que cualquier otra. Un problema a resolver, de ser esa la hipótesis correcta, es explicar su llegada a nuestro país por lo que habría que analizar las inmigraciones durante el siglo 19.

Pero, cualquiera que sea el origen de este personaje mítico, las “ciguapitas” seguirán “jipiando” y llevando una vida tranquila en las montañas y montes dominicanos.



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