jueves, 31 de agosto de 2023

CUMBRES BORRASCOSAS

Por Paty Rogel
El Club de la Lectura

Hablemos hoy de la novela «Cumbres borrascosas» de la escritora inglesa Emily Brontë, una de las obras más importantes de la era victoriana y de la Literatura universal.

«Cumbres borrascosas» es una de las mayores historias de amor de la literatura y quizá la mejor representante del Romanticismo inglés. La épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión, y la venganza.

    Emily Brontë la publicó en 1847, bajo un seudónimo masculino "Ellis Bell", de esta forma rompió por completo con los cánones del decoro que la Inglaterra victoriana exigía en toda novela, tanto en el tema escogido como en la descripción de los personajes. La singularidad de su estructura narrativa y la fuerza de su lenguaje la convirtieron en una de las obras más perdurables e influyentes de la historia de la literatura.

    Este es el único libro de Emily Brontë, una de las hermanas Brontë, todas ellas escritoras en el pleno romanticismo.

    La historia describe al Señor Lockwood que alquila la granja de Los Tordos, una villa que se encuentra en los páramos ingleses. Una vez allí Lockwood decide visitar a su vecino, que además es su casero el señor Heathcliff que vive en la finca colindante llamada Cumbres Borrascosas.

     «Todo era muy propio de la morada de uno de los campesinos de la región, gente recia, tosca, con calzón corto y polainas. Esas salas y esos hombres sentados en ellas ante un jarro de cerveza espumeante abundan en el país...»

    Con altibajos de narración que van de lo alegre a lo oscuro, que describen la fluctuación de carácter de los personajes, mantienen al lector en vilo de la historia, entre la intriga, el romance de los protagonistas y la idea de venganza. Es entonces cuando al querer saber del pasado Heathcliff queda en Nelly Dean, el ama de llaves de la finca que él mismo ha arrendado y que conoce los secretos de ese hombre distante y frío.

     «(...) Seguramente los ladrones se proponían hacerles entrar por la ventana para que abriesen la puerta cuando estuviéramos dormidos, y poder así asesinarnos impunemente».

    Además, este clásico, es un libro que sirvió de referente a muchas de las obras que vinieron detrás, que influenciaron fuertemente en la literatura romántica de la época, porque no es la novela de romance típica, porque el amor que tienen Heathcliff y Catherine es un amor tóxico que arrasa, que está marcado por el odio, y la venganza, pero también por el amor.

     «La traición y la violencia es exponerse a emplear un arma de dos filos con la que puede herirse el mismo que las maneja».

    El ambiente oscuro y gótico que rodea toda la historia, describe a Heathcliff como un hombre frío, huraño, hosco, solitario, vengativo y con una personalidad muy difícil, que se va descubriendo conforme Brontë desgrana la historia de las dos fincas, además de que describe a Catherine como una mujer malcriada, caprichosa que tampoco es el personaje ideal en cuanto a su manera de actuar, y que son todo lo contrario que deseamos en un protagonista, pero es precisamente la psicología de los protagonistas lo que hace que la obra se sostenga, la frialdad de Heathcliff y la irreverencia de Catherine dan soporte a la obra durante toda su lectura.

     «¡Que te he tratado horriblemente y vas a vengarte! ¿Cómo vas a vengarte, torpe ingrato? ¿Cuándo te he tratado horriblemente yo?»

    El escondido talento de Emily Brontë logra sugerirnos más que mostrarnos, aprovechando el recurso de utilizar terceras personas como narradores para dejarnos en las sombras de lo que nos está contando. La narradora principal, Nelly Dean, la criada que presencia lo que ocurre en la familia durante tres generaciones, una fidelidad enmarcada por su mundo es reducido y lleno de convencionalismos sociales, es quien representa la voz de la conciencia social, y describe los acontecimientos necesarios a resaltar, que definitivamente hacen de esta obra no solo una historia de amor complicada, sino una revelación de lo que ocurría en esa era victoriana.

     «El tirano oprime a sus esclavos, y éstos, en lugar de volverse contra él, se vengan en los que están debajo».

    Emily Brontë hace nada menos que un ensayo sobre el amor romántico, en forma de ficción acertadamente, a pesar de su escasa o nula experiencia práctica en los asuntos del amor. Heathcliff su personaje masculino protagónico es fascinante, que a pesar de la condena moral que merece, es capaz de suscitar emociones diversas que van desde la compasión hasta el odio. Es un personaje coherente de principio a fin, va a muerte para bien o para mal. Es como si Emily plantea: para que alguien sea capaz de amar con intensidad infinita, debe ser capaz de sentir con igual intensidad otras emociones, como el odio.

    Es la cara y la cruz de la pasión amorosa.

     «Perdone que la moleste. Una mujer con una cara como la de usted tiene necesariamente que ser buena».
     «¡Creo verla en las más vulgares facciones de cada hombre y cada mujer, y hasta en mi propio rostro! El mundo es para mí una horrenda colección de recuerdos diciéndome que ella vivió y que la he perdido».

    En «Cumbres borrascosas» no hay acción ni aventuras, es un libro romántico, en contrapunto con el odio entre dos familias, tampoco es trágico, solo es una historia narrada bellamente en medio de la era victoriana, en ese círculo social privilegiado con testimonios de la clase trabajadora que también tiene mucho que contar.

     «No sé de qué están hechas las almas, pero la mía y la suya son una sola».

    Una historia de venganza y odio, de pasiones, y amores desesperados que van más allá de la muerte.

«Cumbres borrascosas» de Emily Brontë.
Novela romántica.
Un clásico de la Literatura Universal.


CELEBRANDO A EMILY JANE BRONTË
Por Paty Rogel

    Hoy celebramos a Emily Jane Brontë, poeta y novelista británica.

    Nació en Thornton, Inglaterra, el 30 de julio de 1818.

    Hija de un párroco anglicano de origen irlandés, hombre excéntrico y fuertemente tradicionalista. 

    Cuando en 1821 murió la madre, la familia contaba con cinco niñas y un muchacho; prole enfermiza, muy precoz y llena de ímpetus artísticos. La tuberculosis no tardó en llevarse a las dos hermanas mayores. Las otras, confiadas a los ásperos cuidados de una tía materna, vivieron años solitarios entre la salvaje y desolada vegetación del país; el espíritu de la pequeña Emily que comenzó a descubrir, en el silencio y en las voces de aquella naturaleza, la alegría salvaje, la melancolía, y la soledad.

    Emily compartía la pasión por la poesía y la lectura con sus dos hermanas: Charlotte, más serenamente romántica y sutilmente irónica, y Anne, apacible y dulce. Todavía adolescentes, las tres muchachas escribían versos y relatos fantásticos (el ciclo narrativo Legends of Angria). En 1842, decididas a ganarse la vida con la enseñanza, Charlotte y Emily marcharon a estudiar francés a Bruselas; fue ésta una época de amargo destierro para Emily, torturada por la nostalgia de su país.

    Los poemas de Emily Brontë muestran una profunda vitalidad que refleja su profundo amor a la naturaleza aun en el aspecto triste y salvaje de la región donde pasó lo mejor de sus años. Son especialmente celebrados sus poemas "Remembranza" (sin duda la más bella poesía del conjunto), "Una escena de muerte" y "Mi ánimo no es vil".

    Resultó más afortunada la publicación, el año siguiente, de la gran novela de Emily, "Cumbres borrascosas", posiblemente la expresión más genuina, profunda y contenida del alma romántica de la escritora inglesa. La historia de pasión ciega y necrófila que protagonizan la joven Catherine Earnshaw y el huérfano Heathcliff y que lleva a su destrucción y a la de sus hijos o herederos, resalta su estilo vigoroso y clásico. Una bien lograda construcción de voces y de tiempos, que dan forma a los hechos narrados hasta convertirlos en fragmentos oscuros y a la vez bellas descripciones de la Inglaterra victoriana.

    Emily Brontë murió en Haworth, Inglaterra, el 19 de diciembre de 1848, víctima de tuberculosis, a los 30 años.





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