Por Nathaniel Hawthorne (1804-1864)
Con Antonio Martínez Asensio
Cadena Ser
La obra de Nathaniel Hawthorne es una de las más aclamadas de la literatura estadounidense
Nathaniel Hawthorne nació en 1804 y murió en 1864. Es uno de los grandes escritores norteamericanos del siglo XIX. Entre sus obras destacan el conjunto de cuentos 'Musgos de una vieja rectoría', 'La letra escarlata', 'El libro de las maravillas para chicas y chicos' y el maravilloso relato 'Wakefield'. En 1852 escribió la biografía de su amigo Franklin Pierce, que llegaría a ser presidente de Estados Unidos, y que recompensó a Hawthorne con el cargo de cónsul en Liverpool, que mantuvo hasta 1857. 'La casa de los siete tejados' se publicó en 1851 y ocupa un lugar de honor en la literatura estadounidense. Tiene unos personajes y una trama que nos atrapa y se desarrolla en un lugar inolvidable.
Una obra alejada de los valores de su época
'La casa de los siete tejados' está curiosamente divorciada de los valores y la psiquis de la época en la que surgió (Hawthorne empezó el libro el 6 de marzo de 1850 y lo terminó el 27 de enero de 1851), y al mismo tiempo presenta un profundo arraigo en el ambiente y en el momento histórico de Hawthorne. 'La casa de los siete tejados constituye' el mayor acercamiento a la vida cotidiana contemporánea de todas las novelas de Hawthorne. Como tal, el libro conserva su puesto entre la literatura americana más leída e ilumina el empleo que hacía Hawthorne de sus materiales, empleo que revela un incómodo aunque firme rechazo de algunos de los rasgos distintivos más aceptados en su tiempo.
La obra está llena de oposiciones y contrastes entre la luz del sol y la luz de la luna, entre la luz del día y la sombra. La luz del sol es o bien la luz dura y clara del mundo práctico, despiadado, metódico e insaciable de los hechos, los negocios y la política, o bien la luz alegre y redentora del mundo práctico y doméstico de los hechos y la vida diaria y corriente. En los escritos de Hawthorne, el mundo del sol y del día es el mundo de la sociedad y de lo práctico, a veces redentor y a veces destructor. La luz de la luna o la sombra representa la atmósfera del mundo invisible del mal, del pasado y de los recovecos ocultos del corazón (la propia casa de los siete tejados se describe como un corazón), o bien es el mundo de la creación artística, que aísla al artista de la sociedad.
En las obras de Hawthorne el mundo crepuscular representa el mundo de la imaginación fértil, redentora en unos casos y destructora en otros. En su fuero interno, en lo que él denominaba una «atmósfera nebulosa», Hawthorne rechazaba las suposiciones más apreciadas y poderosas de una sociedad a la que ansiaba incorporarse como un respetable y representativo burgués de domingo. Su yo de ciudadano vivía en constante tensión con su yo de artista, y 'La casa de los siete tejados' es el libro que mejor representa desde un punto de vista temático el momento de la supremacía del mundo diurno en Hawthorne. La fuerza redentora del sol radiante gana el día, y también la noche.
La casa en sí es el principal personaje de la novela. Una parte del recinto en torno a esta, el pozo de Maule, cuya agua fuera antaño la dulce y alegre dadora de vida que al principio había revalorizado la finca, se ha vuelto salobre y de mala calidad desde el crimen del coronel Pyncheon, lo que es una buena muestra de los múltiples significados que el contexto de Hawthorne crea a partir de la casa y sus objetos de forma esencialmente alegórica. Esta utilización del pozo como emblema, bastante obvia y con tintes de humildad cristiana, sugiere la dimensión religiosa en el reconocimiento de que el botín será como cenizas —o sangre— en la boca del saqueador. La sucia victoria del coronel Pyncheon se vuelve menor de lo que él esperaba. Además, la idea de la morada original, antes pura, dulce y buena, y ahora arruinada por un crimen que mancha para siempre la tierra, sugiere los tintes religiosos más amplios del pecado original.
Con 'La casa de los siete tejados' el autor ocupó su lugar como hombre de éxito dentro de la sociedad de su país. Hawthorne escribió este libro en medio de un bienestar general, social e interno, que en sus cartas calificaba de más «adecuado», «natural» y «sano» que 'La letra escarlata', queriendo persuadir a sus destinatarios de que aquello era «más característico de mi mente». En 'La casa de los siete tejados' no logró desterrar tan bien como lo había hecho en 'La letra escarlata' las oscuras visiones «no americanas» de esa parte de él que correspondía al imaginativo artista y novelista. 'La casa de los siete tejados' es un magnífico ejemplo que explica por qué Nathaniel Hawthorne es uno de los escritores más interesantes y esenciales desde el punto de vista cultural que ha producido América.
Este artículo contiene fragmentos de la introducción de Milton R. Stern a la edición de 'La casa de los siete tejados' de Penguin Clásicos.
SOBRE NATHANIEL HAWTHORNE
Nathaniel Hawthorne fue un novelista y cuentista estadounidense conocido por sus numerosas historias de ficción gótica y romanticismo oscuro. Publicó su primera obra, una novela titulada Fanshawe, en 1828. Más tarde trató de quitarla de su catálogo, sintiendo que no era igual al estándar de su trabajo posterior. Publicó varios cuentos cortos en periódicos, que recogió en 1837 como Twice-Told Tales.
Nació bajo el nombre de «Nathaniel Hathorne» el 4 de julio de 1804 en la ciudad de Salem (Massachusetts), hijo de Nathaniel Hathorne y Elizabeth Clarke Manning.
Su infancia fue difícil debido a la muerte de su padre (del mismo nombre, que murió en Surinam cuando Hawthorne tenía cuatro años). A partir de entonces, la vida de Hawthorne se volvió compleja y al mismo tiempo fascinante, particularmente debido a su pasión por la literatura y su cercanía con el puritanismo. Dicha cercanía con el puritanismo surge a partir de sus antepasados. Su tatarabuelo, William Hathorne fue uno de los primeros colonos en establecerse en Salem. Sus antepasados incluyen a John Hathorne, el único juez involucrado en los juicios de brujas de Salem que nunca se arrepintió de sus acciones. Nathaniel más tarde agregó una "W" para cambiar su apellido por "Hawthorne", con el fin de ocultar esta relación.
Hasta la publicación de su primer libro Twice-Told Tales, (“Cuentos dos veces contados”), en 1837, Hawthorne escribió en total anonimato en la casa familiar. “Yo no vivía –diría más tarde– sólo soñaba que vivía”.
En 1852 escribió la biografía de su antiguo compañero Franklin Pierce. Cuando este ganó las elecciones, Hawthorne recibió como recompensa el nombramiento de cónsul estadounidense en Liverpool (1853).
En 1857 renunció a su cargo y viajó por Francia e Italia. Con su familia, regresó en 1860. Cayó enfermo poco después y murió el 19 de mayo de 1864, probablemente de cáncer de estómago, en Plymouth (Nueva Hampshire), dejando una viuda y tres hijos: Una, Julian y Rose.
Hawthorne es conocido sobre todo por sus relatos breves -que él llamó "cuentos"-, muchas veces de contenido siniestro, al gusto de la época, y por sus cuatro novelas largas. La letra escarlata (“The Scarlet Letter”, 1850), La casa de los siete tejados (“The House of the Seven Gables”, 1851), La novela de Blithedale (“The Blithedale Romance”, 1852) y El fauno de mármol (“The Marble Faun”, 1860). (Otra novela titulada Fanshawe, fue publicada anónimamente en 1828.)
Hawthorne publicó asimismo varios libros de cuentos, como el libro de cuentos Musgos de una vieja mansión ("Mosses from an Old Manse", 1854). En este libro de cuentos se encuentra una de sus historias más populares, El joven Goodman Brown2 ("Young Goodman Brown", 1835), en el cual habla de cómo un hombre le cambian su ideología en torno a sus alrededores. Esta historia hace una crítica a temas religiosos, como la fe y la pureza de una persona.
Autor encuadrable dentro del Romanticismo estadounidense, como Edgar Allan Poe, gran parte de su obra se localiza en Nueva Inglaterra, y muchas de sus historias, de contenido generalmente alegórico, recrean intensamente el ambiente puritano que empapaba la sociedad de aquellos años; así, Ethan Brand (1850), La marca de nacimiento (1843), La hija de Rappacini (1844) y El velo negro del ministro (1844). La crítica más reciente ha prestado atención preferente a la voz narrativa de Hawthorne, considerándola dentro de una retórica autoconsciente, que no debe ser confundida con la verdadera voz del escritor, lo que contradice el viejo concepto sobre Hawthorne de plomizo moralista cargado de complejos.
Sus relatos leves y patéticos destacan por su estilo elegante y depurado. En ellos lo característico, según el escritor Luis Loayza, «es tal vez el contraste entre la violencia exterior y la suavidad del tono, entre la voz delicada y las oscuras sugerencias de lo que dice». Jorge Luis Borges observa, por su parte, que sus cuentos expresan «el tenue mundo crepuscular, o lunar, de las imaginaciones fantásticas». (Datos tomados de Wikipedia)
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