Soy el verdor de la grama fresca del verano nuevo.
Soy hojas muertas del otoño, nieve del invierno, y
soy las flores bellas y fragantes de la primavera.
Soy el mar en calma y la suave brisa, pero también
soy el maremoto y los vientos huracanados.
Soy el himno a la paz y los tambores de guerra.
Soy la saciedad del estómago y soy el hambre.
soy la fealdad, lo desconocido y la pobreza.
Soy el día de sol y también el día de lluvia.
Soy noche de luna, estrellada y de luceros, y
soy cielo cerrado que arropa el firmamento.
Soy luz de sabiduría y oscuridad de ignorancia.
Soy el bálsamo del perdón y el cáncer del rencor.
Soy sentimiento sublime y soy instinto bajo.
Soy la procreación y el deseo carnal a un tiempo.
Soy la ingenuidad y también soy el engaño.
Soy la niñez y la juventud hasta la edad anciana.
Soy todo lo bueno que existe y todo lo malo.
Soy la generosidad y, sin dudas, la avaricia.
Soy verdad que libera y mentira que atrapa.
Soy la empatía, pero también la indiferencia.
Soy la genuina humildad y la inútil soberbia.
Soy el hijo y la hija, soy el padre y la madre.
Soy alegría, tristeza, sollozo, risa y llanto.
Soy respeto y comprensión, y soy desprecio.
Soy la fuerza avasalladora del amor y del odio.
Soy el primer grito y el último aliento humano.
Soy la vida.
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